Las mujeres llegan tarde

Crítica de Nicolás Manca - El Espectador Avezado

Este drama escrito y dirigido por Marcela Balza, en lo que es su ópera prima, nos traslada a un pueblo en la provincia de Buenos Aires, dónde hay un hotel que tuvo días mejores en donde casi la totalidad de la acción sucederá.
Regina (Marilú Marini) y Fernanda (Erica Rivas) son madre e hija, y ambas son las dueñas de este hotel familiar. Un día un hombre misterioso, solitario y reservado llega a este lugar y pide una habitación con caja de seguridad. Este hombre, llamado Miguel e interpretado por Rafael Spregelburd paga su habitación con dólares. Un día Fernanda se da cuenta de que él transporta una gran cantidad de dinero, dinero que ellas necesitan para poder salvar el hotel, ya que están ahogadas en deudas.
La película posee fallas importantes en la dirección y por sobre todo en el guión. Este último en especial además de ser un tanto predecible, no termina por explicar bien los sucesos del principio, que pueden ser catalogados como fantásticos. Y al ser ambos, los únicos sucesos de esta índole en la totalidad del relato, hacen que el mismo pierda credibilidad. A pesar de los esfuerzos del elenco, no logra atrapar al espectador y se desdibuja hacia el cierre, previsible y con poca profunidad emotiva.
"Las mujeres..." quizás peca por intentar darle al espectador todo servido en bandeja. No hay misterio, no hay creación de atmósfera, no hay un estilo definido, tal vez incluso una estética que la haga singular y pueda conteer la fuerza narrativa para sostener una historia atractiva.
Por supuesto que lo más fuerte del film es el reparto. Marilú Marini, Erica Rivas, Rafael Spregelburd, Andrea Pietra, Enrique Dumont, Guillermo Pfenning, Eduardo Tato Pavlosky, Susana Evans, Mike Amigorena y Martina Gusmán protagonizan el film y apenas si logran salir airosos de los diálogos totalmente inverosímiles y trillados. Pese a esto sus actuaciones son aceptables, aunque debido al pobre guión y al tono general de la película no podemos disfrutar de sus talentos en su totalidad.
En definitiva, un debut cómo directora, donde Marcela Balza tuvo a un dream team a su disposición y no pudo sacarle provecho en lo que termina siendo un film para replantearse la elección de los libros elegidos y analizados y la manera de ponerlos en juego.