Las enfermeras de Evita

Crítica de Luis Zas - Leedor.com

El cine popular y militante, el cine como instrumento de conciencia y de acción política en la argentina tiene una rica tradición que podría comenzar con el grupo liberación que produciría la famosa película “la Hora de los Hornos” con referentes fílmicos e ideológicos de peso como Octavio Getino, Gerardo Vallejo y Fernando “Pino” Solanas, que buscaban a través del documental avivar el debate político. También podríamos rescatar el cine de Leonardo Favio que trataba de escenificar desde la ficción los conflictos sociales. Ambos asumían su militancia peronista.

El documusical de Marcelo Goyeneche Las enfermeras de Evita que se estrenó esta semana se inscribe en esa tradición de cine militante, en tiempos en que las barreras del documental y la ficción se han caído para potenciar sus atributos en su mixtura.
Se trata del relato de cuatro enfermeras egresadas de la Escuela de enfermería creada por la Fundación Eva Perón, y a través de sus testimonios conocemos momentos históricos de la Argentina como la muerte de Eva, el golpe militar al General Perón y las atrocidades de la Revolución Libertadora.

Estas mujeres cambiaron sus vidas para siempre en su dedicación a los demás, vivieron la gloria y la humillación de un país que se desangraba gracias a una oligarquía que deseaba continuar con sus privilegios. Ese país que parece muy lejano, aún conserva las heridas de la dictadura militar, heredera de aquella que privará a las protagonistas de la continuidad de su vocación al servicio del enfermo y del necesitado.

María Eugenia Álvarez, María Luisa Fernández, Lucy Rebelo y Dolores Rodríguez son las enfermeras del título y transmiten todos los sentimientos posibles, admiración, pesar, vergüenza pero por sobre todo orgullo de ser enfermeras, orgullo de haber trabajado para un proyecto nacional, y orgullo porque no fueron derrotadas ni quebradas no solo por el poder de los tiranos de turno sino por la indiferencia y la injusticia. Nostálgicas de un país que no pudo ser aún conservan su fuego interior, para orientar a las nuevas generaciones. Interpretadas en la ficción por las actrices y cantantes Magali Sánchez Alleno, Melania Lenoir, Andrea Lovera y Deborah Turza, la película conjuga de una manera armónica el testimonio, el documental y un cierto aire de musical que si bien no aporta al mensaje indica una búsqueda del director por lograr nuevas estructuras estéticas para plasmar la vieja tradición del cine militante.

Además la pelicula gana en claridad conceptual, histórica e ideológica con los aportes de la licenciada en enfermería Beatriz Morrone.
Sigue importando que los hechos producidos y a su vez silenciados por las dictaduras sean visibles a través de sus protagonistas, que con valentía quieren contarles a las nuevas generaciones como se construyó y se destruyó un proyecto popular. El cine militante pese a quién le pese sique vivito y coleando.