La última ola

Crítica de Marcela Barbaro - Subjetiva

En Noruega hay 300 montañas inestables. Cualquier desprendimiento puede provocar un gran maremoto. La pequeña ciudad de Geiranger, se encuentra bajo la constante amenaza de la montaña Åkerneset que, de caer al fiordo, provocaría consecuencias fatales como sucedió en la ciudad de Tafjord en 1934 donde fallecieron 40 personas. En La última ola de Roar Uthaud se parte de éste escenario para desarrollar la primer película de desastres en los países escandinavos.

Kristian (Kristoffer Joner) integra el grupo de geólogos que trabajan en el Centro de monitoreo local. Su experiencia lo lleva a descubrir irregularidades en los sensores de la montaña. El peor presentimiento parece confirmarse: los indicadores son los mismos que provocaron el derrumbe en Tafjord. Kristian carga con el deber de proteger a su familia y a los habitantes del lugar. La carrera contra el tiempo comienza antes que el impacto llegue.

laultimaSujeta a las reglas del subgénero de cine catástrofe o disaster film, La última ola muestra la influencia de sus predecesoras hollywoodenses: El día después de mañana, Impacto profundo, Lo imposible y San Andreas, entre otras. Las alusiones intertextuales en determinadas escenas, y la misma resolución en los conflictos dramáticos no dejan de remitir al universo de los films citados. La estructura de esta clase de film es sencilla y responde al formato clásico de guion: hay un orden y statu quo inicial en la vida de sus protagonistas que será desequilibrado frente a la catástrofe. A partir de ese hecho, los personajes lucharan para recuperarlo. Fin. Sin embargo, la película se diferencia del cine norteamericano por su falta de espectacularidad, y eso es un logro que no la vuelve menos entretenida.

Con una alta dosis de acción y suspenso, la tensión dramática se refuerza con la banda sonora y el subrayado de los momentos más intensos. El ritmo se sostiene sin grandes ni sofisticados efectos visuales, al contrario, la película intenta construir un relato más cercano a los hechos reales. En palabras de su realizador, Roar Uthaug: para las imágenes, hemos usado efectos visuales generados por computadora y efectos especiales sin intervención digital, tanto por separado como simultáneamente, como en una escena en la que se ven de frente dos personajes sentados en un coche: cuando el agua impacta, los efectos visuales son relevados por trombas de agua que fueron arrojadas realmente sobre los actores a fin de lograr una mayor verosimilitud.
La población local nos ha ayudado mucho en el rodaje: durante tres tardes seguidas, 85 extras corrieron incansablemente por Ørneveien, una carretera que bordea el fiordo de Geiranger antes de ascender hacia las cumbres. El entusiasmo con el que participaron me emocionó de verdad.

Apta para los amantes del cine catástrofe, la gran producción noruega pone el acento en la naturaleza como la verdadera protagonista. La supervivencia, el “sálvese quien pueda”, la solidaridad, la histeria colectiva, el líder emergente y el enfrentamiento del hombre vs. la naturaleza serán algunos de los tópicos que encontrarán. Nada, que no responda al grito apocalíptico de: “Vamos a moriiirrr!”.

LA ÚLTIMA OLA
The Wave, Noruega, 2015.
Dirección: Roar Uthaug. Intérpretes: Roar Uthaug, Kristoffer Joner, Ane Dahl Torp, Eili Harboe, Jonas Hoff Oftebro, Herman Bernhoft, Edith Haagenrud-Sande. Guión: John Kåre Raake, Harald Rosenløw-Eeg. Fotografía: Lucas Martelli. Música: Magnus Beite
Fotografía: John Christian Rosenlund. Duración: 104 minutos.