La traición

Crítica de Sabina Di Marco - Cine & Medios

Corre, Mallory, corre

Cuando Mallory Kane (Gina Carano) ve quién viene a buscarla al bar en el que se refugió, sabe que va a tener que defenderse. Y es que sólo ella conoce la verdad de lo que está pasando. Logra escapar, se lleva a un rehén de buena voluntad con ella y, mientras escapan en el auto de él, le explica su situación. No sólo al pobre muchacho, que la mira azorado; también al espectador.
Así comienza esta película narrada casi en un 80 por ciento mediante flashbacks, ya que la trama central se desarrolla antes de esa escena en el bar.
Con un reparto que no escatima en nombres famosos, ni en locaciones -Barcelona, Dublin, y varios lugares de los Estador Unidos-, Steven Soderbergh, el prolífico director de "Traffic", intenta contarnos la historia de esta marine que se desempeña como free-lance para una agencia que hace los trabajos de inteligencia que los gobiernos no se quieren adjudicar. En uno de esos episodios, la permanentemente desconfiada Kane se da cuenta de que la quieren implicar en un crimen y, para protegerse, debe empezar a correr.
Sin la complejidad emocional de películas como "Nikita" de Luc Besson, en la que se atreven a involucrarse con los sentimientos de los protagonistas, "La Traición" resulta en un superfluo relato de escape y venganza al mismo tiempo. Los motivos de los interesados, tanto en deshacerse de la víctima del crimen en cuestión como de Kane, son apenas justificados, y no alcanza con las caras conocidas para darle esa profundidad que debería tener, pero no logra.
Gina Carano compone a un personaje que no trasmite otra idea más que la de "chica recia", y los actores conocidos, como un Ewan Mc Gregor que no sale de la sonrisita, o Fassbender con sus gélidos veinte minutos de pantalla, no aportan mucho más.
Lo mejor de la película son las persecuciones: a pie por los techos dublineses, o en auto por caminos nevados. Acción es algo que a esta película no le falta, y al principio, incluso mediante el particular uso de cámaras, intercalando planos más generales con primeros planos de encuadres desprolijos, logra atrapar. Pero decae pronto, cuando se logra entrever la debilidad de base del guión.
Kane se irá vengando de quienes la incriminaron, uno tras otro, conformando una película algo insulsa, y que al final, cuando mediante otro flashback se devela la trama completa, deja sabor a nada.