La separación

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

Un filme conmovedor

Conmovedora, inteligente, intensa, humana. Un pequeño incidente deja ver temas como la violencia, la manipulación, el falso orgullo, la fuerza del mandato religioso, la lucha de clases. El filme se abre con una pareja ante un juez. Ella se quiere separar, pero él no le da el divorcio. Ella quiere irse a vivir a otro lado, pero él no acepta porque tiene a su padre con Alzheimer. En el medio, está la hija, que se reparte como puede y sólo espera que se reconcilien. Pero las cosas se complican. Una mucama que ingresa a la casa para cuidar al anciano, desencadena sin querer los hechos: un malentendido, un accidente, una acusación, un aborto. La situación se desborda y entra a jugar la justicia. Todos guardan secretos que agravan el escenario. Y todos acomodan esos secretos a la ley del mal menor. Lo terrible es que todos tienen sus razones y sin embargo la realidad los termina arrinconando. Son seres equivocados, pero íntegros, que se mueven en un clima de desesperación. Porque detrás de este suceso, el sistema muestra la sumisión cultural, la violencia, el chantaje moral y el poder dominante del hombre en una sociedad donde la autoridad se confunde con el miedo. El amor de pareja, por supuesto, lucha en inferioridad de condiciones en ese escenario. Hay un juez, un matrimonio casi roto, otro que vive angustiado, una maestra, dos nenas. Nadie es bueno ni malo del todo en este soberbio filme. Cada uno defiende su parte en función de un contexto que obliga a mentir, a esconderse, a huir o amenazar. Un filme estupendo, sin duda lo mejor que hemos visto en el año. Es tan real y tan cierto que impacta y emociona. No hace falta recurrir a escenas extremas para tratar de conmover. El dolor está allí, en ese marido callado, en esa mucama abnegada, en ese hombre violento, en esa mujer confundida y en esas nenas, tan queridas y tan infelices. Los secretos corren de un lado a otro. La verdad se abre paso pero ocasiona más de una ajuste de cuentas. La diferencia de clases y de cultura se hace notar. Es una historia pequeña pero es notable como el director va extrayendo a cada paso, como si fueran capas de cebolla, nuevos centros de interés. Un filme que habla de la vida, de la muerte, del amor, de la violencia y, sobre todo, de la conciencia. Un filme creíble, inteligente y perturbador.