La rueda de la maravilla

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Woody Allen, genio indiscutido, cada año nos trae una nueva propuesta. Algunas mejores y otras no tanto. Pero todas con diálogos brillantes y personajes muy interesantes.
Con 82 años y más de 50 películas en su haber, el director no pierde peso en su pluma para la creación de universos y sus giros.
En esta oportunidad nos presenta un relato situado en la década del 50’, en una Feria (parque de diversiones) en Coney Island, New York, donde la protagonista central es una actriz frustrada al borde de cumplir 40 años, divorciada de un gran amor, un hijo piromaníaco y un esposo violento y alcohólico. Y todo se complica cuando entran dos nuevos personajes…
La composición de Kate Winslet es abrumadora. Tiene escenas formidables.
Por su parte, Justin Timberlake sigue demostrando lo buen actor que es y Jim Belushi sorprende.
Los modismos de todos son geniales y van muy bien con la recreación de época, resaltada por la gran fotografía de Vittorio Storaro, quien ya había trabajando con Allen su película anterior.
No es su mejor film pero sin dudas está arriba de la media de cualquier drama estrenado en los últimos meses.
Tiene su sello, lo vemos y escuchamos en los diálogos y reconocemos su voz en los off del personaje de Timberlake. Incluso rompe la cuarta pared, un recurso que no utilizaba desde hace unos años.
La rueda maravilla es un buen drama pero no descubre nada nuevo, será disfrutado más por los seguidores de Allen y no tanto por el público ocasional.