La quinta ola

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Adaptación del best-seller homónimo de Rick Yancey, La quinta ola es una nueva apuesta al subgénero de ataques extraterrestres, con ajustes al estilo young adult (Divergente, Crepúsculo) que demanda Hollywood. En un futuro cercano, el planeta resiste una serie de ataques que se presentan como “olas”: primero, un apagón generalizado; segundo, un ascenso del mar con oleajes descomunales; tercero, una plaga. Cuando las catástrofes terminaron diezmando a casi la totalidad de la población, una cuarta ola llegó en la forma de Silenciadores, asesinos destinados a cazar a los sobrevivientes.
Finalmente, el posapocalipsis que atraviesa la adolescente Cassie (Chloe Grace Moretz), quien no se digna a vivir en un mundo casi igualito al de The Walking Dead. Hay más de un dato que comparte la película con la serie: las desoladas locaciones en el estado de Georgia, la clásica paranoia de todo film sobre zombis, el conflicto humano y el drama de la pérdida: en el intento de Cassie por recuperar a su hermano menor, este es el móvil de la película. La quinta ola se desarrolla mayormente en una base militar y un campo para refugiados de las catástrofes. La protagonista contará, primero, con la ayuda del coronel Vosch (Liev Schreiber); luego, aparecerá herida en una cabaña y conocerá al misterioso Evan (Alex Roe) y, hacia el clímax, a dos mujeres guerreras, Ringer (Maika Monroe, de Te sigue) y la sargenta Reznik (María Bello), un guiño carpentereano del director. Sin sorpresas, la película entretiene y deja el final abierto para las adaptaciones de El mar infinito y La última estrella, que cierran la trilogía posapocalíptica de Yancey.