La obra secreta

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Arquitectura, arte y poesía

La Obra Secreta (2018) es un film donde el protagonista es un espacio, la Casa Curutchet, la única obra en Latinoamérica, ubicada en la ciudad de La Plata en la provincia de Buenos Aires, del arquitecto y urbanista suizo Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, el seudónimo que utilizó para escribir algunos artículos de la revista de arte y arquitectura L’Esprit Nouveau. Dirigida por la artista, curadora y pionera del campo del videoarte Graciela Taquini en base a un guion de Andrés Duprat (El Ciudadano Ilustre, 2016), Director del Museo Nacional de Bellas Artes, la película sigue el derrotero de Elio Montes (Daniel Hendler), un arquitecto fanático de la obra y las ideas de Le Corbusier, devenido en guía de la Casa Curutchet. A su vez, la narración también sigue la llegada a la ciudad de La Plata del propio Le Corbusier (Mario Lombard), que varios años después de su muerte decide visitar la obra que proyectó para la vivienda y consultorio del médico cirujano Pedro Domingo Curutchet y su familia, obra encargada al arquitecto modernista argentino Amancio Williams, con quien Le Corbusier mantuvo una asidua correspondencia epistolar.

En las visitas guiadas a la casa y en tiempos muertos Elio despliega su conocimiento de la obra del famoso teórico de la arquitectura modernista mientras narra su historia y su fascinación con la obra de Le Corbusier. A la par, Le Corbusier recorre la ciudad de La Plata como un espectro del pasado magnetizado por los descubrimientos de las costumbres de la vida contemporánea, los cambios sociales y las nuevas técnicas y tecnologías, acercándose a una de sus obras menos conocidas pero más emblemáticas de su estilo y sus ideas arquitectónicas. Asimismo, en su intempestiva caminada Le Corbusier expone algunas de sus ideas sobre la relación entre la arquitectura, el arte y la poesía, tomadas de entrevistas y textos que expresan algunos de los principales conceptos de su singular pensamiento.

Taquini y Duprat crean una obra de ficción con una composición musical minimalista de Diego Bliffeld (El Artista, 2008) sobre un encuentro imposible e imaginario alrededor de una extraordinaria obra que estuvo abandonada durante muchos años y cobró notoriedad en el público general gracias al éxito del film escrito por el propio Duprat, El Hombre de al Lado (2009), dirigido por los realizadores Mariano Cohn y Gastón Duprat. A través de La Obra Secreta y el personaje de Montes, Taquini y Duprat indagan, cuestionan y discuten con las ideas y las obras de Le Corbusier mientras admiran los atributos estéticos y pragmáticos de la Casa Curutchet con fotos, explicaciones y diversas anécdotas sobre la influencia del arquitecto modernista en la arquitectura vanguardista actual.

Así como Le Corbusier personifica el mundo las posibilidades donde la arquitectura puede realizarse y desarrollar sus ideas sobre el habitar el personaje de Elio Montes refleja las dificultades y los escollos que se presentan a los arquitectos para realizar ese sueño. Recluido en el único reducto que el arquitecto suizo dejó en perdido en Argentina, la frustración y la imposibilidad de realizar su ideal ponen a Elio ante una angustia demasiado soportable, una repetición alegre pero poco inspiradora que dispone una realidad contemporánea cerrada y soporífera que induce al sosiego y cancela las ideas de innovación, el progreso y al individuo como centro de la obra reemplazado sin ambages por la ganancia y el lucro a costa de la vida.