La muerte de Marga Maier

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

En la orilla del río de un apacible y pequeño pueblo bonaerense llamado Punta Indio, donde rara vez sucede algo fuera de lo común que altere la tranquilidad permanente de los habitantes, aparece flotando, envuelto en una manta, el cuerpo de Marga Maier (María Inés Aldaburu), una mujer madura, encargada de administrar la estancia Los Coronillos, cuya dueña es Julia (Pilar Gamboa), quien la heredó de sus padres, y tiene la mala suerte de llegar a esta propiedad que detesta justo cuando a Marga la encuentran muerta.
También, desde Brasil, llega al lugar un traficante de joyas, Ricardo Reis (Ivo Müller), con la misión de robar un diamante muy especial, con forma de arma, llamado Cruz del Sur, casualmente propiedad de la familia de Julia.
El relato se desarrolla en forma clásica. El comisario Pereyra (Alberto Suárez) es el encargado de la investigación, quien, ayudado por otros policías de la zona, quiere realmente saber lo que ocurrió.
La tensión es permanente, no da tregua, al agregarse otro sospechoso al caso, Jorge (William Prociuk), sobrino de la víctima y vive en la estancia.
Por último, Don Alejandro (Luis Machín), también despierta sospechas porque se mueve como el gran hacendado del pueblo, y, pese a ser un lugar tranquilo, lo custodian dos matones.
El entramado de la historia va en aumento, nadie sabe que pasó, y hay muchos interrogantes sin respuestas. El único que muestra interés en resolver el crimen, es el comisario, los demás viven en la indiferencia absoluta, lo toman como un gran inconveniente.
Hay ciertos puntos oscuros que empañan la realización, como es el caso del brasileño que no cumple con su cometido, sólo trata de quedar bien con todos, y únicamente es un sospechoso más que no modifica la narración en absoluto.
Tal vez, el mayor inconveniente sea la cantidad de personas involucradas en la causa, todas con una gran preponderancia, que distraen el foco de atención y empalidecen la resolución final.
La directora Camila Toker incursiona en el género policial con todas las armas conocidas para producir esta película, utilizando estructuras narrativas típicas para sostener el clima y el ritmo del relato, además de los arquetípicos personajes, mezclados con las dudas y la intriga permanente de quién la asesinó y por qué,al ser todos sospechosos, y tener un motivo para hacerlo, y, por último, si lo que aparenta ser la verdad, es realmente la verdad.