La momia

Crítica de Leandro Porcelli - Cuatro Bastardos

La Momia: Acción, Terror, Fantasía y Tom Cruise.
Universal arranca su Dark Universe con un reboot de La Momia que espera tener más que solamente Tom Cruise y Russel Crowe para atrapar a la audiencia.
“Marvel esta haciendo plata. ¡Nosotros también queremos hacer plata!”
Es probable que las reuniones en Universal hayan sido un poco más complejas que esa dramatización que acabamos de presentarles, pero también puede ser que hayan sido poco más que esas simples frases. Marvel rompió esquemas con su Universo Cinematico, y Universal cree que no es algo que tenga que ser exclusivo de superheroes.
Las propiedades elegidas para crear este nuevo universo son los monstruos de Universal (Momia, Hombre-Lobo, Frankestein, Drácula y demases), y los actores elegidos para darles vida son, por ahora, experimentados actores de renombre mundial. Los nombres de Tom Cruise, y especialmente el de Russel Crowe, en el poster van a atraer a un público que hasta ahora seguramente no se vio tan tentado de ver muchas películas de Marvel.
A Cruise le toca esta vez darle vida a un personaje moralmente dudoso, un mentiroso criminal. Es una víctima de las circunstancias, que se encuentra en el centro de una milenaria maldición, con Russel Crowe ofreciendo una interesada ayuda para que nuestro condenado protagonista no termine perdiendolo absolutamente todo.
Antes de que haya arrancado a filmarse, todo en los papeles y frente a cámara parece estar en orden, hablando claramente de la dirección que el Dark Universe planea tomar… Pero es el detrás de cámara que le intenta agrega algo interesante.
Alex Kurtzman dirige esta cinta y, escudado por su usual colaborador Roberto Orci, esta a cargo de ser la cabeza de todo el universo. El curriculum de ambos esta lleno de Transformers, Spider-Man y Star Trek en cines, además de Fringe, Sleepy Hollow, Limitless y Scorpion en televisión. Tienen un perfil mucho más juvenil que lo que el proyecto sugeriria solo con las propiedades y el elenco elegidos. Recae en ellos la responsabilidad de imbuir el proyecto con algo más que drama y acción, darle el toque justo de fantasía y terror.
El ritmo del film se beneficia de la experiencia que Kurtzman y Orci tienen después de más de una década de trabajos de alto perfil tanto en cine como en televisión. Saben cuando acelerar y cuando descansar a la audiencia, el problema radica en que hacen cuando ya saben lo que debe transmitir una escena.
El guion tiene varios problemas, incluso apenas arranca la película, con un prólogo especialmente innecesario cuya información sera repetida más adelante. Algunas escenas transparentemente se ven como casilleros de “escena de tensión” o “desarrollo de personaje”, que se vieron llenadas por contenido genérico solo para obtener el ritmo deseado.
Nuestro protagonista es una persona que estuvo en el lugar incorrecto en el momento equivocado y que durante la última hora de película podría decirse que solo toma una o dos decisiones por sí mismo. Si no fuese por un rescatable trabajo de Tom Cruise, el personaje (y por extension el film) se hubiese puesto mucho menos aceptable.
Finalmente, el humor. Hay muchos momentos que intentan sacar sonrisas en La Momia, pero no se sienten a gusto con el resto del film. El actor Jake Johnson (New Girl, Jurassic World) cumple el rol de comic relief durante el primer cuarto de película. Con él en escena era casi una comedia, pero cuando su personaje sale del centro de la historia el film termina perdiendo el humor muy estrepitosamente. Al intentar retomarlo con algunos chistes en escenas puntuales, estos terminan descolocando a una audiencia que podría ya encontrarse metida en el mundo que se plantea con una cierta seriedad.
Mucho más realista que su contraparte proveniente de los comics, los efectos hacen un buen trabajo. Lo más destacable es sin duda el diseño y movimiento de los esclavos de La Momia, siendo probablemente los mejores zombies (sean técnicamente zombies o no) que hemos visto en mucho tiempo. Detalles como los puños que atraviesan sus cuerpos demacrados evidencian los detalles que solo pueden venir de una colaboración de nerds como lo son Orci y Kurtzman. Ojalá el cuidado y detalle claramente pasional de estas criaturas hubiese estado también en otros aspectos del film, especialmente en el interes romántico de nuestro protagonista.
Es imposible describir al personaje de Annabelle Wallis como algo más que un interes romántico, especialmente ya que apenas puede llamarselo “personaje”. Es una arqueologa que tiene intereses arqueologicos, y desafío a cualquier otra persona que después de ver la película pueda agregar mucho más que eso a su descripción. Es un agujero negro de entretenimiento, cada momento en el que su personaje se vuelve el foco del film nos encontramos con forzados, aburridos y poco efectivos desarrollos de personajes. Algo que seria positivo si no se sintiera tan poco sincero, ni tan mecánico.
Uno puede salir de la sala y encontrarse molesto o insatisfecho con algunas cosas, pero la realidad es que para ser una película que intento hacer tantas cosas (Iniciar una franquicia, un universo, rebootear, tener acción, tener terror, tener humor) no hizo nada lo suficientemente mal como para arruinar la experiencia.
Es una entretenida, e imperfecta, película que quizás (solo quizás) a más de uno termine dejandolo con ganas de ver que más tiene para ofrecer el Dark Universe en el futuro.