La lección de anatomía

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Después de que la obra estuviera más de treinta años en cartel, La lección de anatomía de Agustín Kazah y Pablo Arévalo refleja cómo Carlos Mathus propone volver a realizarla en la actualidad.
La obra de teatro La lección de anatomía fue estrenada en 1972 y estuvo en cartel por más de tres décadas. Con temas como el bullying, el trabajo y la rutina, su director Carlos Mathus vuelve a la obra para ver si sigue vigente y realizar una nueva versión.

La cámara se planta ante Carlos y su constante colaborador y actor original de la obra Antonio Leiva. Los mismos revisan documentos viejos y comienzan el casting de esta nueva versión. Después de haberla realizado durante tantos años buscan que la obra no cambie lo más mínimo de la original.

Kazah y Arévalo tratan de no involucrarse en los eventos que se desarrollan y realizan un mero ejercicio de registro de los preparativos de los actores. En vez de hablar con los protagonistas, dejan que ellos hablen entre sí y capturan chistes y anécdotas de lo que significó La lección de anatomía.

La obra ha ido cambiando de actores y adaptándose a los tiempos turbulentos de la Argentina y su sociedad y supo trascender cancelaciones y censuras. La presente desnudez en la misma pasa a ser algo menor frente a lo que evoca en sus temáticas.

En el medio del documental Carlos Mathus fallece en el 2017 a los 77 años y allí genera un quiebre en la narración. Entre la emoción de los que lo conocieron se genera un homenaje al director y su obra.