La inocencia

Crítica de Hernán Khatchadourian - Diario Popular

Busque la diferencia

El documental de Eduardo de la Serna se convierte en un valioso testimonio de la infancia de dos niñas en entornos bien diferenciados.

Generalmente se dice que la niñez equivale a vivir en la inocencia. Morena y Gaby son dos nenas que comienzan su ciclo primario aunque en dos entornos bien diferentes: la primera en una escuela privada de Capital Federal y la otra en una humilde escuela rural de El Jachal, en la provincia de San Juan.
Ambas mostrarán al espectador cómo transcurren sus vidas tanto dentro como fuera del colegio por el transcurso de un año. Allí las veremos entrar en contacto con sus compañeros (un par de docenas de revoltosos en el caso de Morena, unos cinco de diferentes edades que acompañan a Gaby a dar sus primeros pasos en el arte de aprender), en su interacción familiar y en sus juegos diarios.
El realizador Eduardo de la Serna toma estos dos casos para crear un relato que logra conmover y hacer reír al mismo tiempo gracias a su capacidad de "infiltrarse" en las dos escuelas y, cámara en mano, captar cientos de momentos que no pertenecen a las dos protagonistas sino a los espectadores.
Porque de eso se trata "La Inocencia": de ver y revivir la infancia, como aquella vieja sección de la revista Anteojito titulada "Mi infancia en el recuerdo". Claro que aquí, la infancia de ambas niñas está un poco más aggiornada, dado que las filmaciones datan de hace algunos pocos años atrás.

La ductilidad de De la Serna para hacerse invisible a la vista de los niños colabora en gran parte en el hecho de obtener un relato puro, sin condicionamientos. Lo asombroso es que los docentes también parecen actuar muy naturalmente y eso se convierte en otro aporte más que valioso en este trabajo.
"Traté de invadir el aula lo menos posible, sin equipo de sonido externo, solo una o dos pequeñas cámaras. Estuve siempre pegado a los chicos. Con ellos no hay mucho problema porque en general a los 30 segundos se olvidan de vos y actúan normalmente. Con las maestras fue medio milagroso, porque también nos aceptaron como parte del paisaje y actuaron normalmente. En la ciudad les costaba tanto organizar la clase que eso nos ayudó a pasar casi inadvertidos y por suerte logramos convencer a las autoridades para hacer el proyecto", le contó De la Serna a Diario Popular.
En definitiva, "La Inocencia" es un film que consigue lo que busca con pocos recursos y a los pocos minutos del inicio consigue atrapar al espectador por su gran capacidad de lograr una empatía casi perfecta.