La Bahía

Crítica de Jonatan Lamas - Citricón

Las personas comienzan a desaparecer en la bahía Slack sin dejar rastro alguno. Un par de policías está en la búsqueda de alguna pista, para dar con el paradero de quien sea el culpable que está causando estos problemas en la localidad. Mientras tanto los Van Peteghems, una familia burguesa, pasan sus vacaciones en la enorme mansión familiar mientras lidian con sus problemas familiares. También se encuentran los Brefort, una familia de pescadores, cuyo integrantes masculinos deben trabajar diariamente cruzando a personas de la clase alta de un lado a otro de la bahía. Los Brefort son una familia tranquila pero que esconden muchos secretos.

Una familia de clase alta, otra pobre y trabajadora y un par de policías son los protagonistas de esta historia en donde se mezcla en una sola película gran variedad de géneros cinematográficos, desde el drama, la comedia, el suspenso e incluso pequeñas dosis de terror.

La Bahía es el nuevo trabajo de Bruno Dumont, película que fue presentada en El Festival de Cannes y que cuenta con un elenco bastante conocido en Europa, quizás la más conocida para nosotros sea Juliette Binoche, quien tuvo una pequeña participación en la última de “Godzilla”. La Bahía es una película algo difícil de comprender, en un sinfín de enredos bastante complicados, sobre todo ese humor europeo que por momentos se entiende y que por momentos no. Maneja bien la parte de los jóvenes protagonistas, la chica adinerada y el chico humilde, ellos son los que más acaparan la atención del espectador en todo momento que la cámara se adueña de ellos. La parte cómica corre por parte de la dupla de policías, bastante opuestos los dos, uno gordo y el otro flaco, uno callado y el otro no, son como la dupla de Hernández y Fernández, personajes de “Las Aventuras de Tintin” creados por Herge.

Queda claro que “La Bahía” funciona como una comedia con tintes de exageración y con momentos muy delirantes, quizás si eso fuera dejado de lado, la película podría gustar un poco más.

Lo bueno: Como la historia transcurre en 1910, la ambientación, el vestuario, los paisajes, todo está perfectamente manejado y hacen algo más llevadero a la película. La dupla adolescente dan lo mejor de sí.

Lo malo: El humor casi que no genera nada, es más, pueden ser incómodos y es algo ridículo sobre el final.