Kon-Tiki - Un viaje fantástico

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Una aventura extraordinaria

Una aventura espectacular es la que impulsa este film noruego sobre un soñador que logró lo que otros creían imposibe: viajar desde Perú hasta la Polinesia a bordo de una balsa en 1947.

El noruego Thor Heyerdahl sostuvo la teoría que la Polinesia había sido poblada desde América del Sur y no desde Asia como sostenían los círculos científicos de la época. Para eso se embarcó en esta travesía por el Oceáno Pacífico tal cual la habían realizado los aborígenes peruanos miles de años atrás en homenaje al Dios Sol.

Kon-Tiki: Un viaje fantástico tiene puntos de contacto con Una aventura extraordinaria, el film de Ang Lee que este año se llevó varios premios Oscar y con la nacional Expedición Atlantis. En todas aparecen los sueños, el desafío y los miedos como si fueran otros personajes de la historia.

Thor (al principio del film es un chico que le teme al agua y de adulto abandona a su familia para cumplir su objetivo) es acompañado por cinco jóvenes y un loro a bordo de Kon-Tiki, enfrentando las inclemencias del tiempo, los peligros del mar y la incertidumbre de llegar a destino.

El film, que también conoció una versión documental en la década del cincuenta, reúne los códigos de la aventura y los potencia a través de un plano secuencia que muestra a una embarcación minúscula en medio de la inmensidad del mar. La trama acumula varios obstáculos que también aparecen bien explotados por marineros que son más pesimistas y realistas que el propio Thor.

El resultado es una película que atrapa desde el comienzo, que fusiona drama familiar y soledad, en medio de ballenas, tiburones y desconocidas criaturas marinas que iiluminan la noche como en la realización dde Lee. La filmación fue también una odisea: 59 días en 6 países distintos y con el mayor presupuesto para un film noruego realizado hasta la fecha.