Jungla

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

El director de The Belko Experiment (aquella curiosa película escrita por James Gunn) y The Darkness, regresa ahora con la historia real que llevó a un libro Yossi Ghinsberg, con guión adaptado de Justin Monjo.
Una historia sobre un joven que en busca de una vida diferente a la pautada viaja a Bolivia y allí conoce a un par de muchachos con los que entablará una fuerte amistad potenciada por el intenso escenario que funciona como marco, y a un austríaco que los convence de explorar tierras que no aparecen en el mapa.
Lo que podría sonar como una especie de The Lost City of Z (gran película que nunca llegó a nuestras salas) pero más moderna deriva en una película bastante más insulsa sobre la potencia de un lugar como la jungla, donde no hay reglas y la meta final es simplemente sobrevivir.
Yossi (interpretado por Daniel Radcliffe) es un israelí que busca una vida diferente. Dijo a su familia que se iría durante un año pero sabe que quizás no quiera volver después. Conoce a Marcus y pronto se encuentran con Kevin, viejo amigo de éste último. Los tres planean una aventura de esas que te abren la cabeza y te cambian la forma de ver la vida. Y de repente aparece Karl (Thomas Kretschmann).
Por algún motivo que nunca quedará claro, Karl se acerca a Yossi y lo convence de ir a explorar tierras desconocidas con la posibilidad de encontrar oro.
Se muestra como alguien conocedor de lugares hostiles como la jungla, aparece como alguien seguro y de a poco se gana la confianza del grupo de amigos. Y entonces comienza la travesía. Pero allí las cosas no son tan fáciles y no hay muchas posibilidades de que salgan como uno las planea.
Y la jungla se erige como un fuerte antagonista que comienza a quebrarlos y separarlos. Ya nadie parece tan fuerte, ni tan seguro, ni tan experto. “Jungla” es una película sobre la supervivencia antes que nada.
Y es Radcliffe quien se carga el film a sus hombros, porque está contada desde su perspectiva y en algún momento tiene que encontrarse solo, consigo mismo, en medio de un escenario poderoso y nada amigable. Allí sus problemas pueden ser un animal salvaje, unos peligrosos insectos o incluso su propia cabeza que encuentra su momento para pensar y replantearse lo que lo llevó hasta ahí.
El trabajo que realiza el actor es siempre notable, acá acompañado con un importante cambio físico. No obstante, gran parte del relato se termina tornando monótono y aburrido. La banda sonora y su afán de intensificar cada escena resulta cada vez más molesta a medida que se sucede el relato.
En resumen, estamos ante una historia que sin dudas tiene atractivo y condimentos para mantenernos interesados, y sin embargo el resultado es un film aburrido.