Horizonte profundo

Crítica de Martín Pérez - DiarioShow

Horizonte Profundo trata el peor accidente petrolero en la historia de Estados Unidos. El film evita el melodrama, apunta a la acción y a las historias de vida, erigiendo los héroes más allá de aquellos momentos decididos y drásticos.

En 2010, la plataforma petrolífera semisumergible Deepwater Horizon explotó y once personas perdieron la vida al intentar escapar del incendio, y cinco millones de barriles de petróleo se vertieron en las aguas del Golfo de México.

El hecho, considerado como el peor accidente petrolero en la historia de Estados Unidos, inspiró la película que lleva como nombre el mismo que la plataforma, en la que se valoriza la vida de aquellos empleados que quisieron prevenir, luego padecieron y ayudaron para que otros se salvaran, mientras se condena a los responsables que llevaron a estas terribles circunstancias.

El jefe de mantenimiento Mike Williams (Mark Wahlberg) llega al lugar de urgencia porque hay un problema para comenzar con la extracción del petróleo. Lo acompaña el supervisor general Jimmy Harrell (Kurt Russell), quien no tarda mucho tiempo en darse cuenta de que hay una prueba de seguridad que no se realizó, puede ser muy peligroso para todos los trabajadores, y se los hace saber a sus jefes, uno de ellos Donald Vidrine (John Malkovich). Pero antes de que el procedimiento finalice, un problema de presión hace que por los caños se dispare una gran cantidad de lodo y, por la inestabilidad de las estructuras, el daño repercute en toda la plataforma y se produce un terrible incendio. Desde allí, los cientos de trabajadores y jefes correrán para salvar sus vidas.

Williams y Harrell, a pesar de estar heridos producto de las explosiones, se transformarán en héroes cuando dejen de lado cualquier instinto de supervivencia para socorrer a muchos de sus pares.

El gran logro del filme es la adecuada intención de correrse de los demás filmes de género "catástrofe", enfocándose en el desarrollo de los personajes principales y mostrando en varias escenas de suma importancia que la negligencia de los dueños de la plataforma fue la causante del desastre. Es decir, deja sólo el espacio del desenlace para narrar el accidente en sí. De esta manera, evita el melodrama, apunta a la acción y a las historias de vida, erigiendo los héroes más allá de aquellos momentos decididos y drásticos. Así, el director Peter Berg evita caer en los golpes bajos, pero dramatiza verazmente lo acontecido en 2010.