Hermanos

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Las esquirlas de un drama familiar

No es novedad que Jim Sheridan es un director que filma esporádicamente, pero cuando aparece, no deja indiferente al espectador. Hermanos, remake de una película danesa, no es la excepción.
El director de Mi pie izquierdo y En el nombre del padre afrontó dos riesgos: uno, rehacer un film y, el otro, despegar la imágen de Tobey Maguire del personaje de El hombre araña.

Hermanos es un drama sólido, intenso, bien actuado, que mueve las piezas de una familia como si se tratase de un juego estratégico de guerra. Sam (Maguire), un sargento de la marina es enviado a Afganistán y su mujer (Natalie Portman) se queda al cuidado de sus hijas. También está el hermano de Sam, Tommy (Jake Gyllenhaal), un chico conflictuado y con problemas de relación.

Todo estalla cuando Sam muere en el exterior y su ausencia genera una aproximación sentimental entre la esposa y su cuñado. ¿Y si verdaderamente Sam no está muerto?.

Intrigante, dura en su exposición de las relaciones entre padres e hijos, la película atrapa y explota como si fuera una bomba de guerra, dejando heridas por las esquirlas que desparrama. Y con seres confundidos y al borde de la locura.

El trabajo de Tobey Maguire, quien navega entre la lealtad, la hombría y la locura, es impecable. Ha bajado varios kilos para componer su personaje. Jake Gyllenhaal (Secreto en la montaña) también tiene a su cargo un personaje difícil, con varios pliegues dramáticos (los constantes roces con su padre) y lo hace correctamente. Pero la que sobresale es Natalie Portman con un rol impecable: una mujer atrapada entre los corazones de dos hermanos.

Drama de costados bélicos (las escenas de Sam encerrado en un pozo es inquietante y mucho más la determinación que debe tomar con su compañero), en el que la presión es constante y prepara el campo para el alboroto familiar.