Hasta los huesos

Crítica de Walter Pulero - Cinergia

Sobre personajes perdidos que no encuentran su lugar

Como The Walking Dead utiliza a los zombies para contar una historias (o varias) sobre humanidad, superación y sobrevivencia en comunidad, Hasta los huesos hace uso del romance caníbal para hacer una exploración más profunda sobre anhelos de pertenencia y aceptación en un mundo salvaje. La nueva película del director Luca Guadagnino (Llámame por tu nombre) es un compendio de géneros y que sabe aprovecharlos para conjurar en un film único.

Podemos decir que Maren (Taylor Russell) es la protagonista de la historia, quien se convierte en una joven que no puede reprimir su insaciable deseo por consumir carne humana. Después de un altercado con una de sus compañeras de escuela, debe huir junto a su padre (Andre Holland) para encontrar un nuevo lugar en donde sus vidas no estén en peligro. Al otro día despierta con un sobre lleno de dinero y un cassette donde su padre le confiesa que la abandonó y que ya no puede cuidarla. Con nada, la joven se emprende un viaje para entender mejor su aflicción canibal, hasta que conoce a otro «devorador» llamado Lee (Timothée Chalamet), con el que establece una conexión inmediata.

El guion de David Kajganich de convierte en una coming of age sobre entender la juventud, esa ansiedad adolescente y las experiencias que conllevan el mundo adulto, donde hay lugar también para el terror, la sangre, el gore y la violencia gráfica.