Free Guy: tomando el control

Crítica de Rodrigo Rivas - Cine Argentino Hoy

“Free Guy”. Crítica
Shawn Levy y Ryan Reynolds toman el control en Free City.

Ryan Reynolds acapara la atención de todos en Free Guy como un avatar en una nueva comedia llena de referencias y con una reflexión en el mundo de los videojuegos.

Dirigida y producida por Sawn Levy, escrita por Matt Liebermann y Zack Penn. Mientras que en la producción, junto a Levy se encuentran, Ryan Reynolds, Greg Berlanti, Sarah Schechter y Adam Kolbrenner.

El elenco está compuesto por Ryan Reynolds, Jodie Comer, Joe Keery, Lil Rel Howery, Utkarsh Mbudkar, Taika Waititi, Channing Tatum, Matty Cardarople, Britne Oldford, Camille Kostek y Aaron W Reed.

Un cajero del banco descubre que es un personaje de fondo en un videojuego de mundo abierto llamado Free City que pronto se desconectará, lo que provoca que él trate de salvar su mundo y hacer algo diferente con su vida habitual.

Free City

Cuando Ryan Reynolds encara una película de comedia o de acción, siempre está su remarcado y acido humor, en este caso, a pesar de que es el papel que más le sienta al actor, jugó con el doble sentido de una forma muy inteligente.

Guy es un personaje bastante inocente y carismático, lo que provoca que el espectador se encariñe rápido con él. Se supone que no tiene conocimiento de que él es un personaje secundario de un video juego, lo que hace que esta inocencia sea divertida, incluso cuando descubre la verdad.

Obviamente es el más puro en toda la película, junto al resto de los personajes dentro del juego, ya que las demás personas que entran al juego desde el mundo real no actúan como ellos mismos, esto es para no revelar sus identidades.

Luego la trama es muy típica, el malvado villano, líder de la corporación que estafa a todos sus consumidores y planea arruinar el mundo de nuestro héroe o héroes. Quizás, aunque sea un cliché, la idea de tener a Taika Waititi como un villano que lo que menos da es miedo, sino gracia y pena ajena, está muy bien ensamblado y funciona.

Una carta de amor