Extraordinario

Crítica de Ailín Escolá - Revista Meta

Extraordinario una película de Stephen Chbosky, basada en un libro de R.J. Palacio del 2012. Se estrena este 30 de noviembre en la cartelera argentina.

Una dirección que permite hacer lucir a todo el elenco. Desde las grandes figuras, como la de Julia Roberts, que se destaca por si sola, o la de Owen Wilson. Figuras ya reconocidas que le dan una marca personal y acompañan el sello del director. Quien a pesar de contar con actores tan reconocidos, no deja de lado a los demás intérpretes. La mayoría de ellos niños pequeños y con muy buen desempeño. La actuación menos lograda es la del niño principal, sin embargo el resto del elenco no deja caer al film en esa irregularidad.

De hecho es así como se reparte en la trama y lo más atractivo de la película, no todo es la penuria del niño Auggie. Es de lo más fresco que tiene el relato ya tantas veces visto.

Auggie es un niño que al nacer, con varios problemas debido al cruce genético de sus padres, sufre una serie de operaciones. Todo ello le genera un rostro “anormal” o ” deformado” para los canones estéticos de “belleza” y “normalidad” que se espera que una persona tenga en occidente. Por este suceso el chico estudia en su casa y usa un casco de astronauta para salir a la calle. Su vida se modifica cuando tiene que enfrentar su escolaridad. Aquí vendrán los problemas de discriminación y los hechos cotidianos de la disciplina y adoctrinamiento escolar.

Justo allí es dónde el director acierta y no solo centra la película en lo que sufre Auggie, sino también en lo que sufre cualquier niño/a o adolescente yendo al colegio, o simplemente lo que sufre una persona en la vida misma. Cómo cada quien tiene sus problemas, en menor o mayor medida, y todos tenemos nuestra propia lucha.

Lo que no termina de quedar claro con el casting de actores es la elección de Jaccob Tremblay como Auggie, cuando él no tiene el rostro con esas características. Más allá que, obviamente muchas veces no se necesite ser de determinada manera para hacer un papel, sin embargo creo que justamente ya que se va a tratar estos de temas se puede generar trabajo a esos niños que no “encajan” con los canones hegemónicos. No intento con esto realizar un juicio de valor, solo llamar a la reflexión y repensar entre todos qué esperamos del arte en estos tiempos.