Exorcismo en el Vaticano

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

Una construcción decente echada a perder por un desenlace poco satisfactorio.

Desde que William Friedkin estrenó El Exorcista en 1973, no hubo realizador que no haya querido intentar repetir la faena sin parangón del director de Contacto en Francia. Sin ir más lejos, hay quienes trataron burdamente de convencernos que eran diferentes o mejores por el simple y solo hecho de estar basada en hechos reales. Exorcismo en el Vaticano parecía venir a igualar esta racha (al director Mark Neveldine le falta muuuucho Nesquik para estar siquiera en la misma liga de Friedkin), pero su resolución poco satisfactoria echa por tierra cualquier promesa imaginable.

Exorcismo, pero no en el Vaticano

Exorcismo en el Vaticano cuenta la historia de Angela, una jovencita que el día de su cumpleaños se corta accidentalmente con un cuchillo. Es tratada en un hospital por la herida pero a partir de ahí empiezan a pasar cosas extrañas alrededor de ella, como por ejemplo que la gente se suicide repentinamente, que a ella le agarre una sed inusitada y que empiece a hablar en una voz inusual. Un cura de la localidad le advierte a su padre y a su novio que tal vez se trate de una posesión demoniaca, por lo que es necesario un exorcismo.

El guion de Exorcismo en el Vaticano es uno sencillo y que va directo al punto, con un desarrollo razonable que genera algún que otro sobresalto. Fue, durante gran parte del metraje, una narración entretenida pero que también involucraba (en su justa medida, tampoco es un film que profundiza tanto en materia filosófico-religiosa) cuestiones sobre la fe y el temor. Pero lamentablemente, se vale de un rimbombante mecanismo para su resolución que a la postre deja al espectador con la sangre en el ojo.

Por el costado interpretativo hay eficientes laburos de Michael Peña y Dougray Scott. También lo hace Djimon Honsou, aunque uno quisiera que lo aprovecharan mas; uno siente casi que está de adorno. En el costado técnico es bastante funcional; no hay mucho más que agregar.

Conclusión

Aunque genera un gancho narrativo y genera los sobresaltos que se estilan en una película del género, Exorcismo en el Vaticano tiene una resolución que echa por tierra lo que pudo ser una película que se diferencia del montón.