Everest

Crítica de Diego Padula - Citricón

Me acuerdo que cuando Discovery, History y National Geographic se dedicaban a mostrar documentales, vi varios sobre el Everest, y siempre me pareció impactante tanto el deslumbre por llegar al punto más alto de mundo, como el impacto visual de las imágenes del propio Everest. Pero si hay algo que esta película consigue realmente sorprender es dar la sensación de la grandiosidad y peligro de la montaña, con imágenes deslumbrantes en 3D muy buenos, realmente merece ese formato y una sala de cine lo más grande posible.

A pesar de no estar acreditado como fuente, la película utiliza mucho del libro Mal de Altura de Jon Krakauer (interpretado en la película por Michael Kelly), que retrata con detalles lo vivido en los acontecimientos de 1996, concentrado en los esfuerzos de los veteranos Rob Hall(Jason Clarke) y Scott Fischer(Jake Gyllenhaal), en llevar de forma comercial a alpinistas menos experimentados a la cumbre de la montaña más alta del mundo.

Creo que muestra bien como algo que hasta antes de los años 90 era solo para alpinistas profesionales, se transforma en un asunto de negocios. Se ven como los grupos compiten entre ellos por espacio y por llevar sus clientes a la cima. Sin caer en el cliché de poner algún villano como parte de los acontecimientos que llevan a la tragedia, siendo un punto positivo. Por otro lado, retrata bien la camaradería de los veteranos de Hall y Fischer cuando viendo las dificultades que tienen, se ayudan mutuamente, mostrando una dinámica que trabaja entre la provocación, amistad y respeto.

Volviendo a la parte técnica, es un trabajo primoroso, un excelente trabajo de fotografía y efectos especiales que consiguen retratar de forma grandiosa el Everest, sin que en ningún momento se note que fue echo con computación gráfica, set o donde fuere filmado en la locación. El 3D como ya comenté, mostrando una profundidad sin par para las imágenes hermosas que son mostradas.

Infelizmente no solo de parte técnica es hecha una gran película, la última parte pierde mucho ritmo comparado a la primera hora donde se siente muy bien la tensión y como es sufrida la preparción para subir a la montaña. Siendo la parte final prácticamente solo de diálogos, a pesar de emotivos, la sensación me dejó fue como que faltó un brillo, siendo en momentos yo diría hasta aburrida.

Pero en general como comenté, termina siendo buena por mostrar la fascinación que el Everest ejerce sobre el ser humano y también lo implacable que puede ser con nosotros.