Este es el fin

Crítica de V. De Grossi - Cine & Medios

El peor fin

Un grupete de actores es testigo del fin de una era. Final apocalíptico en el más bíblico de los sentidos. Son algunas de las nuevas figuritas de la comedia estadounidense surgida en los últimos años, más James Franco, dúctil actor que ha sabido lucirse en más de una oportunidad. Todos actúan con sus nombres reales, fingiendo ser ellos mismos, autoparodiándose en el marco de un guión plagado de chistes sobres drogas y autosatisfacción sexual, muy propios de quienes atraviesan la famosa "edad del pavo".
Seth Rogen y Jay Baruchel son los primeros que ven las extrañas luces que bajan del cielo mientras la tierra cruje. Rápidamente vuelven a la mansión de James Franco para advertir sobre lo sucedido a todos los que allí celebran una fiesta. Pronto ese lugar se convertirá en el último refugio desde donde resistir el apocalípsis.
"Este es el Fin" no termina de ser todo lo graciosa que se propone ser, es errática en el relato y poco efectiva en lo paródico del estilo de vida hollywoodense, eso en parte por los ignotos -por estos lares- protagonistas del filme.
Sin dudas lo peor llega al final, donde la parodia irreverente se somete a la leyes de un mercado que precisa promocionar sus productos, en este caso uno que causa gracia, por su patetismo.