Entre navajas y secretos

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

El director Rian Johnson (Brick, Looper, Star Wars: los últimos jedis) estrena Entre navajas y secretos, un thriller de misterio con muchos actores, mucho diálogo y más "vueltas que tuercas".
La historia de Entre navajas y secretos nos ubica en la mansión de Harlan Thrombey cuando en su cumpleaños numero 85 invita a toda su familia. Lo acompaña su joven enfermera Marta Cabrera.

A la mañana siguiente Fran, la ama de casa, encuentra a Harlan muerto con la garganta cortada. Alguien anónimo contrata al detective Benoit Blanc y comienza la investigación del caso para determinar si fue o no un suicidio.

Rian Johnson basa toda su película en el género policial detectivesco con la temática whodunit o ¿quién lo ha hecho? El principal referente en la literatura ha sido Agatha Christie; experta en ir develando las pistas de un asesino a través de la investigación del famoso Hércules Poirot.

Pero mientras que Christie no se jactaba de ser más inteligente que el lector en Entre navajas y secretos hay tantas idas y vueltas sobre un tema que pareciera que solamente están puestas para confundir al espectador y no tienen una justificación narrativa.

El entretenimiento se basa principalmente en la actuación de algunos de los personajes como por ejemplo el de Ana de Armas, Chris Evans o por momentos Daniel Craig; el resto sólo exageran los diálogos o las situaciones en las que se enfrentan.

El guion es meticuloso, eso hay que reconocerlo. Con tanto diálogo hay varios chistes que funcionan muy bien, los mejores son los que cierran cada escena; pero tampoco hay que exagerar una risa para sentirse parte de la intrincada trama que elabora el director.

Hay un análisis de las clases sociales y cómo la familia trata de manipular o, a veces, ignorar a “la servidumbre”. No los ven como una amenaza y sólo sienten odio o rencor entre ellos mismos.