Enamorado de mi mujer

Crítica de Carolina Taffoni - La Capital

Los franceses son expertos en comedias de enredos, y “Enamorado de mi mujer” lleva la firma de Daniel Auteuil, uno de los más reconocidos actores franceses de comedia. Pero la cuarta película de Auteuil como director promete mucho más de lo que finalmente entrega. La historia parte de una cena complicada entre dos parejas. Daniel (Auteuil) y su mujer Isabelle (la siempre convincente Sandrine Kiberlain) invitan a comer en su casa a su amigo Patrick (Gérard Depardieu), que vendrá acompañado de su nueva novia Emma (Adriana Ugarte). El tema es que Patrick ha dejado a una amiga de Isabelle por esta española joven y deslumbrante, entonces Isabelle tiene sus reservas. Y las cosas se complican más todavía cuando Daniel, embobado por la belleza de Emma, empieza a tener todo tipo de fantasías con ella, desde conquistarla y escapar con ella a Venecia hasta verla triunfar en el teatro como actriz. La primera parte de la película, con los “ratones” de Daniel disparándose en todas las direcciones, crea algunas situaciones cómicas, pero este recurso empieza a desinflarse cuando la comedia vira a melodrama liviano y los límites entre imaginación y realidad se tornan confusos. Además, los temas que la película pretende abordar —la rutina del matrimonio, la crisis de la mediana edad— le quedan demasiado grandes a la trama y los personajes. Auteuil como actor aporta oficio y talento. Depardieu, en cambio, parece actuar con un insólito desgano.