En tus zapatos

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Adam Sandler en una interpretación mágica y renovada

El actor es acompañado por un gran elenco en la amable “En tus zapatos” con elementos costumbristas.

De Adam Sandler se sabe que es un muy buen comediante, aunque no siempre los proyectos en los que se vio involucrado alcanzaron el nivel de la promesa.

De allí que, según confesó, ha venido buscando un desvío en sus personajes y allí encontró al actor y director Thomas McCarthy, para proponerle la construcción de Max Simkin, el protagonista de En tus zapatos.

Es una comedia amable, con una base fantástica y costumbrista, algo dramática en honor a la idiosincrasia judía.

Simkin --definitivamente una de las mejores interpretaciones de Sandler-- es el resignado heredero del negocio de compostura de zapatos que abre cada mañana en Brooklyn, al lado de la barbería y de la sastrería, y de varios pequeños negocios que van muriendo con sus dueños y con una identidad que fue simiente de esa Nueva York que hoy los olvida.

Soltero que convive con su madre anciana y sin miras de encontrar una novia o formar familia, Max no es el hombre que alguna vez imaginó.

Ahora solo desea calzar por una noche los zapatos de ese vecino buen mozo y con una mujer soñada a su lado, y --mágicamente-- un día sucede que puede vivir esa y otras vidas, cuando se topa con una máquina de coser muy antigua, que sus abuelos supieron usar para bien de la comunidad.

Por eso, tras el descubrimiento y más allá del aturdimiento y entusiasmo iniciales, Max es llevado por las circunstancias a un camino de autorreconocimiento y valoración, no sin antes pasar por distintas situaciones y entre personajes que hacen a la comedia en cuestión.

De esos seres que habitan en el Low East Side de Nueva York, el barbero que interpreta Steve Buscemi se lleva los laureles en el diálogo con Simkin, y flota en la ternura la madre que realiza Lynn Cohen. Del otro lado, se ubican Ellen Barkin y el músico y actor Method Man como una mafiosa y un delincuente al servicio de la corrupción. Dustin Hoffman hace lo suyo, que siempre es único.

¿Podría esta cinta tener mayor profundidad dramática? Tal vez. ¿Se pierde en su trama por momentos? Un poco. De todos modos, ¿se disfruta? Sin dudas.