En tus zapatos

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Transformer

Ben Stiller tuvo a Dustin Hoffman en el rol de su padre judío para la saga The Fockers, y ahora (tarde o temprano iba a ocurrir) le toca el turno a Adam Sandler. La diferencia es que mientras el padre de Stiller/Focker es un judío hippie y liberal, el de Sandler, Max Simkin, es un representante del folklore judío, mágico y ancestral; un pariente del Golem. Último eslabón de una tradición familiar, Max es zapatero, solterón y algo justiciero (el Sandler lado B que asoma poco y generalmente da mejor resultado). Cuando un matón deja sus zapatos para reparar (Method Man, del grupo de hip hop Wu Tang Clan), Simkin, tras repararlos, ve que son de su talle, se los prueba, y descubre frente al espejo que se transforma en el mismo matón. Obviamente, luego se prueba indiscriminadamente todos los zapatos de su talle que atravesaron la mágica máquina de coser. Este es el segmento más gracioso, 100% Sandler, del film. Max se hace pasar por el matón para arruinar su reputación, se hace pasar por un vecino fachero para acostarse con su novia deslumbrante (pero lamentablemente, no puede sacarse los zapatos, tal es el costado trágico de la magia), y hasta cumple el sueño de su madre y reencarna en su padre muerto (Hoffman). Pero las misiones son tantas, y algunas tan descabelladas, que la efectividad de ciertos gags se diluye en otra comedia pastiche de las que Sandler ya nos tiene acostumbrados.