En pedazos

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Sin salida

La variedad de nominaciones, en tanto nombres, que ha recibido el presente filme, ya sea en su presentación en festivales como en estrenos comerciales, da cuenta justa de la imposibilidad de ser encuadrado.

Su titulo original en alemán, “Aus dem nichts”, se podría traducir “De la nada”, tal como se conoció en algunos festivales, también presentada con su titulo en ingles “In the fade”, en español sería “En desvanecimiento”. Del mismo modo en países hispanoparlantes como “En la sombra”, o con el titulo con el que se conoce en nuestras playas “En pedazos”.

El problema es que debe ser la primera vez que todas las posibilidades son correctas, aunque en realidad ninguna le hace total justicia, ni puede definirla de manera contundente, menos completa.

“De la nada”, el titulo original, hace anclaje en la ausencia de explicación y menos justificación que se plantean los porque sucede “En desvanecimiento”, “En la sombra” o la misma “En pedazos” hacen pie desde distintos ángulos de observación, en el personaje propiamente dicho

Estructurada en tres episodios, o capítulos, casi de manera independiente uno de otro, siendo constituido en unidad por la presencia de su actriz en todos los fragmentos, como en la continuidad de una historia, que se aúna en el espectador y que se presenta de nunca acabar. La locura se hace presente desde un primer momento, desde lo general hasta lo particular.

La primera, es la presentación del personaje y sus circunstancias de vida, desde su casamiento hasta, elipsis de por medio, el atentado en el que mueren su esposo y su hijo. La seguido, por la búsqueda, descubrimiento de los responsables del atentado, y el juicio que se lleva a cabo, con todas las argucias legales a disposición , con la idea de justicia como bandera, ella solo quiere castigo a los culpables de haber transformado su vida en un infierno. La tercero, el desenlace de la historia de una mujer que no puede elaborar el duelo al que es expuesta, a la que le cercenaron su proyecto de vida y no tiene consuelo.

El filme se sostiene. por sobre todas las cosas, a partir de la empatia que genera Katja Sekerci (Diane Kruger), sin embargo el director, Fatih Akin, el mismo de “Contra la pared ” (2004) o “Al otro lado” (2007), sabe como utilizar el texto para denunciar la actualidad de una sociedad que parece no haber aprehendido de su pasado, tan discriminadora como siempre, en este caso con los inmigrantes y la arbitrariedad a la orden del día.

La estructura del mismo, si bien es lineal y progresiva, mantiene el interés, nunca decae, posiblemente por los cambios estéticos que se van mostrando a partir del uso de la luz y el manejo de la cámara cada vez más cercano al protagonista principal. Dando una sensación de claustrofobia interna del personaje de la que el espectador no queda excluido ni indemne, esto debido a la maravillosa actuación de Diane Kruger, ganadora como mejor actriz en Cannes por esta performance quien se pone el texto sobre sus hombros y lo soporta de maravillas.

Podría suponerse que la dureza del tratamiento, sin edulcoramiento de ninguna naturaleza, hace mella sobre los espectadores hasta los planteos del orden de lo moral, pero en realidad sólo le deja interrogantes.

Todos muy molestos, tanto que nadie podría responder desde la certeza absoluta. Una posible, nunca buscada ni deseada, es la que se le presentó a Katja Sekerci.

(*) Realización de Rogel Donaldson, 1987