En la cuerda floja

Crítica de Diego Padula - Citricón

Imaginando un mundo de hace 40 años atrás, cuando las mayores obras que el hombre había construido fueron desafiadas tan sólo por un francés muy delgado, con a una cuerda de acero y un bastón cruzando sin ningún cable de seguridad, alrededor de 400 metros de altura. Es fácil ver la fascinación que puede generar esta película, (si viste el excelente documental del 2009 Man on Wire), mucho de lo que hay en la película se nota totalmente genuino, con un excelente trabajo, como de costumbre de Robert Zemeckis.

La película cuenta la historia de Philippe Petit, que en la mañana del 7 de agosto de 1974 cruzó las torres gemelas de World Trade Center, realizando una de las mayores hazañas de equilibrio y malabarismo hechas por el hombre. A diferencia del documental la película se concentra en Philippe y no tanto en el acto del cruce, mostrando el lado artístico y la motivación del mismo. Intentando transmitir las facetas del arte y del artista.
Interpretado por Joseph Gordon-Lewit de forma correcta-me pareció medio exagerado el tono cargado del francés- pero al mismo tiempo consiguió mostrar un poco del porqué consiguió convencer a sus compañeros del acto en sí y también de su alegría y fascinación en cruzar las torres.

En la parte técnica esta impecable, con un 3D perfecto, y como de costumbre Zemeckis mostrado su inventiva en los planos y su habilidad de encontrar siempre el ángulo correcto para cada escena. Aún sabiendo cómo termina, el momento que Philippe está cruzando las torres genera una tensión terrible, queriendo que termine lo mas rápido posible para que te puedas sentir tranquilo, y eso, hoy en día, si que es un logro.

Lamentablemente, la película fuera la travesía en sí no se sustenta mucho, con una tonelada de clichés, desde la eterna parte amorosa que empieza con una pelea, como la primera parte que, siendo mostrada en blanco y negro suena como exagerado. Así como la desición de mostrar la película siendo narrada por el propio Petit desde la estatua de la libertad con las torres de fondo, interrumpiendo de forma constante para explicar algo que recién lo viste en pantalla. El primer acto es muy flojo, mejorando mucho cuando empieza el “golpe” en sí, como comenté más arriba.

Pero creo que mas que nada es un gran homenaje al Word Trade Center, consiguiendo recordar lo que fueron, reconstruidas digitalmente de forma impecable, mostrando después de la travesía un plano con brillo de Sol dorado sobre ellas, como una forma de despedirse de las Torres Gemelas.