Ellas saben lo que quieren

Crítica de Rolando Gallego - El Espectador Avezado

Audrey Dana es una joven actriz francesa que debuta en la dirección con “Ellas saben lo que quieren” (Francia, 2014), una comedia coral en la que se bucea sobre el universo femenino a través de once personajes, aparentemente representativos de la sociedad francesa actual, que, perdidos en sus rutinas, encontrarán un vínculo con el que se relacionarán y liberarán de las presiones y opresiones con las que conviven a diario.
La directora decide construir el relato a partir de situaciones particulares y durante la primera hora del filme los personajes desfilan construyéndose de una manera, para luego, cada uno, atravesar una situación que los coloque de manera distinta ante su entorno. Así una mujer verá como su libido explota ante el tedio de su sexo matrimonial, una joven sale del clóset al sentirse irrefrenablemente atraída por la niñera de sus hijos, una señora no puede aceptar que su hija adolescente se acerque al sexo opuesto, y una exitosa profesional verá cómo su suceso no sirve de nada al encontrarse sola y abandonada en la vida real.
Estas son sólo algunas de las historias que Dana plantea en el filme, para luego comenzar a interrelacionarlas, de manera muy arbitraria (un paraguas, la lluvia, una feria de ropas, etc.), y hacer convivir a todas las generaciones de mujeres en un espacio, luego, claro está, de la revelación y transformación de cada una.
Lo que comienza como una comedia de situaciones, con el correr de los minutos atraviesa un tamiz que potencia las posibilidades actorales, en mayor o menor medida, pero Dana no es Nora Ephron, o, alguien más cercano a la idiosincrasia francesa como Pedro Almódovar, y todo aquello que estos grandes del cine pudieron hacer con historias protagonizadas por mujeres, termina por conformar un fresco o pastiche en el que los estereotipos construyen una larga lista de irregularidades que afectan a la narración.
Si desde los títulos una voz en off nos quería introducir en el filme como una pequeña muestra de los cambios de roles y lugares en los que las mujeres han logrado conquistas inevitables y necesarias para su sexo, con el correr del metraje todo el esfuerzo por mostrar esto se desdibuja en pinceladas y trazos gruesos que no acompañan su afirmación, al contrario, la ridiculiza
Tampoco ayuda el esquematismo de la puesta en escena y dirección, cuasi teatral, y que pese al vuelo con el que al inicio se intentó mostrar someramente cada uno de los universos habitados por cada una de los once personajes, termina en un convencionalismo del que no puede recuperarse más.
“Ellas saben lo que quieren” cuenta con un elenco importante, con figuras que hace tiempo no engalanan las pantallas como Isabelle Adjani o Vanessa Paradis, pero desaprovecha la oportunidad al no poder dotarlas de palabras inteligentes o diálogos actuales y ocurrentes a cada intervención que tienen.
Podría haber sido un fresco coral sobre la mujer francesa actual, pero “Ellas saben lo que quieren” termina por transformarse en una mala copia de aquellas publicidades de los cigarrillos Virginia Slim’s, en los que se afirmaba el “largo camino” recorrido por las “muchachas” para lograr varios objetivos y que en este caso sólo refiere al sexo y la cama.
Mientras en la cartelera, el cine argentino mantiene propuestas sólidas que hablan del corrimiento del rol de la mujer en la vida como “Mi amiga del parque” ó “La mujer de los perros”, propuestas lúcidas, concretas y efectivas, y actuales, desde Francia nos llega este híbrido que no termina nunca por decidirse y defender, al menos, a alguno de los estereotipos femeninos con los que intenta representar a la mujer francesa, y que sólo enumera de una manera grosera y burda. Fallida.