El último traje

Crítica de Iván San Martín - Cinergia

Viaje al pasado

El afán por cumplir una promesa que hizo hace más de 70 años motiva al anciano judío Abraham Burzstein (Miguel Ángel Solá) a escapar de Buenos Aires, donde sus hijas planean internarlo en un geriátrico, para buscar a un viejo amigo que le salvó la vida en Polonia mientras el territorio europeo estaba ocupado por los nazis y al que nunca más vio ni escribió. Abraham primero aterriza en Madrid y desde allí deberá buscar la manera de llegar a Polonia, en la capital española tendrá la ayuda de Leonardo (Martin Piroyanski) y María (Ángela Molina), la responsable del hotel donde se aloja.

Miguel Ángel Solá deslumbra con su interpretación del octogenario sastre judío que ya no tiene nada que perder y decide embarcarse en una travesía donde parece imposible que tenga éxito. Además está brillantemente bien acompañado por una amplia gama de personajes secundarios que se cruzarán en su camino y con los que tiene una gran química.

El principal problema es que la película plantea alguna que otra situación un tanto predecible pero aún así es un relato muy redondo. El guion está a cargo del director Pablo Solarz y plasmó parte de la vida de su abuelo quien había escapado de Polonia hacia la Argentina y consideraba una mala palabra el nombre de su tierra natal, Abraham en la película también señala desprecio por su tierra natal.

El último traje es una road movie filmada en cuatro países y que contiene dosis de humor sin dejar atrás la emotividad emotiva y que se solventa en las grandes actuaciones.