El último exorcismo

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un ilusionista del demonio!

Concebido como un falso documental, el relato genera dudas en el espectador desprevenido y pone en juego los mismos recursos expresivos de títulos exitosos como El proyecto Blair Witch o la más reciente Actividad paranormal.

Se sabe que el alumno aprende del maestro y eso es lo que hace Eli Roth (Tarantino presentó su película Hostel) al producir este film de un desconocido realizador alemán.

El último exorcismo focaliza su historia en el reverendo Cotton Marcus (un convincente Patrick Fabian) quien expulsó en varias ocasiones los "demonios" de varios poseídos y ahora permite que su gran acto final sea registrado por un equipo de documentalistas. El fraude y la mentira serán grabados para mostrar los secretos de su comercio. Un fanático religioso, Louis Sweetzer, quiere que Marcus ayude a Nell, su hija adolescente. Sin embargo, la verdadera función está por comenzar.

Entre fundamentalismo religioso, una granja siniestra, un hermano más malo que el mismo demonio y un padre rígido pero desconcertado, el protagonista debe hacer frente al verdadero horror.

El relato se apoya constantemente en la cámara en mano para crear los climas que la historia necesita y no recurre a efectos digitales para sorprender al espectador.

El film inquieta gracias al andamiaje narrativo que a estas alturas no es novedoso, pero sí efectivo, y a los tics de la joven adolescente, sus posturas retorcidas y atemorizantes, muy similares a las que décadas atrás hicieron famosa a Linda Blair.