El origen del terror en Amityville

Crítica de Noelia Giacometto - Cinéfilo Serial

Durante décadas, las historias de casas encantadas fueron el tema más recurrente en el cine de terror, algo que siempre consigue llamar la atención en el horror clásico o en las leyendas populares donde las apariciones o los fenómenos paranormales, como fantasmas, espectros, poltergeist o incluso demonios son el argumento principal. El cine no ha sido ajeno al fenómeno de la intervención de entidades del mundo espiritual.

Amityville se hizo mundialmente famosa por sucesos paranormales, que tiempo después hizo que se convirtiera en una redituable saga de terror en la industria cinematográfica.

Con esto hacemos un viaje en el tiempo y te contamos la historia real que dio lugar a varias cintas, el 14 de noviembre de 1974 en 112 de Ocean Avenue vivía la familia DeFeo, la cual fue asesinada por el hijo mayor, mientras todos dormían plácidamente en sus camas. Durante el juicio, aseguró que unas voces que procedían de la casa le habían empujado a hacerlo. (Y hoy cumple cadena perpetua en el correccional Green Haven de Beekma, en el mismo estado de Nueva York).

Posteriormente, el 18 de diciembre de 1975, la familia Lutz decidió comprar la casa para mudarse a vivir allí, sin embargo, tan solo 28 días más tarde, tuvieron que abandonar la morada precipitadamente a causa de extraños sucesos que les atormentaban. Esto tomó tal trascendencia que se convirtió en epicentro de investigaciones y fue el motivo para que el escritor estadounidense Jay Anson publique un libro en 1977 sobre las experiencias del matrimonio Lutz que había vivido en el 112 de Ocean Avenue, “The Amityville Horror: A True Story”.

En él, relata que, donde luego se edificó la casa, los indios Shinnecock aprisionaban a los enfermos y a los moribundos en la tierra para dejarlos morir allí.

Y que luego un tal John Catchum, que había sido acusado de practicar la brujería nada menos que en la localidad de Massachusetts, llamada Salem a finales del siglo XVII y, por ello, expulsado del lugar, había llegado a Amityville, había construido la casa y había continuado con sus rituales y sacrificios impíos; y tras su fallecimiento, lo habían enterrado en el sótano antes de incendiar la casa.

Toda esta información recabada le da procedencia a este film basado en hechos reales, la decimosexta película de la saga “El Origen Del Terror en Amityville”, haciendo hincapié en el inicio del mal. Nos muestra un remake de la película de 1979, basada en la novela “Horror en Amityville” de Jay Anson y en los hechos ocurridos en Amityville en la calle Ocean Avenue 112. La trama de la historia es totalmente secuencial y está ligada a la anterior producción de la saga, que está basada en el comienzo de la maldad e infortunio que azota esta localidad, donde se dan a conocer muchos de los detalles claves y estratégicos que en la película pasada parecían quedar abiertos.

“El Origen Del Terror en Amityville”, escrita y dirigida por Sheldon Wilson, cuenta que en 1997 la familia Anderson desapareció, sus cuerpos nunca fueron encontrados. Años después el mal despierta o tal vez siempre estuvo allí…

Durante 17 años la casa se había mantenido intacta, hasta ahora, cuando Jeannie (Pascale Hutton) se muda junto a su hijo Adrián (Sunny Suljic). Angela (Jodelle Ferland), una solitaria joven que, desde la muerte de su madre, vive sin amigos y sometida a la intimidación de un grupo de jóvenes que trafican drogas. Ella acepta el trabajo como niñera de Adrián, quien debe tener atención especial, es un niño tímido y callado. No es casualidad hayan elegido a Angela para el cuidado del niño, ya que era hija de la única persona que no desapareció en el suceso que aconteció en esa casa en 1997.

Un día, el grupo de chicos malos que la acosa, llegan a la casa para recuperar un paquete de drogas que escondieron ahí. Sin embargo, los intrusos desconocen la misteriosa fuerza sobrenatural que reside en la vieja casa junto a sus nuevos ocupantes.

“El Origen del Terror de Amityville” tiene el espíritu clásico del género con algunos clichés como crujidos, golpes (raps), desaparición o cambio de lugar de objetos, logrando ser efectivo. A lo largo del desarrollo, las historias se entrelazan y son descubiertas o referenciadas a elementos que rodea a la franquicia. Un trabajo convincente con sustos regulares y algunos elementos del cine gore, que, si bien es carente de originalidad, y presenta una confusa narrativa con altos y bajos en el guion, aún así es una cinta que indudablemente transita bien el terror y suspenso logrando ser entretenida.