El ocaso de un asesino

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un asesino entre sospechosos cercanos

Con inspirado clima introspectivo, la película de Anton Corbjin acierta en la pintura de los personajes y en el ambiente aislado donde desarrolla su acción. El film está basado en la novela "A very private Gentleman" del autor Martin Booth y el mayor mérito pasa por el trabajo actoral de su protagonista: George Clooney en el papel de Jack, un asesino profesional con ganas de retirarse del negocio.

El relato comienza en Suecia, en medio de la nieve, donde Jack despierta de su letargo y entra en acción cuando se siente amenazado. El quiere salir del "juego" pero las cosas no son sencillas y menos cuando se traslada a un pueblito de Italia a esperar instrucciones y realizar su último trabajo.

Las escenas en las que Jack se ejercita físicamente o prepara en silencio el arsenal que lo mantendrá con vida, son eslabones de una larga carrera que parece entrar en el olvido. Allí es donde se muestra el costado vulnerable del personaje: es capaz de enamorarse de Clara (la impactante Violeta Placido) una prostituta del pueblo y entablar una amistad con el párroco del lugar.

El ocaso de un asesino tiene poca acción; persecusiones por laberínticas callecitas; una atmósfera de peligro constante y un tono romántico en los minutos finales. Ese es el acierto del realizador: poner a su personaje en alerta y rodearlo de sospechosos cercanos. Y la violencia golpea una vez más, como campanadas teñidas de sangre.