El hombre de al lado

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

La guerra de los mundos

La dupla integrada por los realizadores Gastón Duprat y Mariano Cohn (que próximamente filmará un policial con Viggo Mortensen) viene de realizar el documental Yo, presidente y la también galardonada El Artista.

En El hombre de al lado (recibió el premio compartido a la "mejor película" en la 24 edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata), los directores imponen una vez más un estilo informal y preciso para acercarse al público.

La vida de un diseñador industrial (Rafael Spregelburd) soberbio y snob se desmorona y altera cuando un vecino (Daniel Aráoz) decide hacer un hueco en la pared que da a su casa para colocar una ventana. "Sólo quiero robarte unos rayitos de sol, algo que a vos te sobra", le dice muy tranquilamente.

La "guerra de los mundos" está a punto de estallar y comienza un enfrentamiento que coloca en primer plano las histerias, fobias y la locura del personaje interpretado magníficamente por Daniel Aráoz. Claro que el diseñador también detona otros conflictos con su familia: una esposa y una hija adolescente poco comunicativa.

Los cineastas conocen cuál es el camino a seguir y, su último trabajo resulta un derroche de ingenio, buen entretenimiento y diálogos explosivos.

El film fue filmado en la famosa casa de Le Corbusier, que también aporta al clima general de la historia con sus ambientes fastuosos y modernos. Y se convierte en un personaje más de este relato que se potencia por la aritmética de sus planos, su rigurosa puesta de cámara y porque funciona como una combinación de comedia y thriller hasta su sorprendente desenlace.

El actor Rafael Spregelburd (quien proviene del teatro) encarna un personaje que se viene destruyendo anímicamente y la idea del "orden" lo lleva a un estado de locura. Y el otro, un "loco" lindo que misteriosamente se transforma. Ahí reside el secreto del film.