El cisne

Crítica de Anabella Longhi - La Prensa

Entre tantos largometrajes estadounidenses que alberga la cartelera porteña, hoy se estrena "El cisne", la película islandesa de Asa Helga Hjörleifsdóttir, basada en la novela homónima de Guobergur Bergsson.
La ópera prima transcurre en la Islandia rural contemporánea donde Sól (Gríma Valsdóttir), una niña de nueve años, es enviada a la casa de campo de unos tíos para trabajar en la granja durante el verano. Ese rito de paso, muy típico de la sociedad islandesa, tiene como objetivo la maduración e independencia de los jóvenes.

En la estancia, la protagonista conoce a Jón (Thor Kristjansson), un campesino adulto con quien comparte habitación y por quien se sentirá atraída. A la granja también llega Asta, la hija pródiga de los tíos. Ellos -Jón y Asta-, con sus conflictos, "harán despertar" a Sól de su microentorno y ella empezará a percibir con otra lente el mundo exterior.

LA INOCENCIA
El coming of age, contado desde la perspectiva de la niña, muestra cómo esta joven soñadora, que narra historias fantásticas en medio de la vegetación, tiene su primer contacto con el sexo, la muerte y, también, las traiciones.
La directora retrata de manera auténtica la inocencia de la protagonista y su aislamiento en el bucólico paisaje a través de una interesante puesta de cámara y fotografía. Además, la elección del reparto, sobre todo de la protagonista, Gríma Valsdóttir, se destaca por su naturalidad.
La película -que tuvo su premiere mundial en Festival Internacional de Cine de Toronto- juega con elementos oníricos para recrear el punto de vista de Sól y la transformación que experimenta en la estancia de sus tíos. "El cisne" es una apuesta arriesgada y peculiar sobre el paso a la adolescencia.