El cazador

Crítica de Alan Echeverría - Cinéfilo Club

Tierra hostil

Cine australiano que emerge bajo la manga de David Michôd, realizador de Animal Kingdom, en 2010. Aquí en The Rover, todo suena vacío, desangelado, vacuo. El desgano como denominador común en cuanto a personajes, imágenes, fotografía y dinámica de la historia. Un film que cuenta con el atractivo principal (y quizás el único) de reunir a Guy Pearce, Robert Pattinson y Scoot McNairy (este último de menor participación).
El director nos adentra desde un primer momento en lo apagado y en lo solitario de una tierra de nadie en la que cada uno de los personajes se muestra desconfiado, abandonado y hostil, como en una suerte de resignación y mal acostumbramiento a un modo de vida tan monótono como insustancial. En ese árido y desierto sur de Australia unos sujetos se llevan el auto de Guy Pearce, y a partir de allí nuestro protagonista se dispone a perseguirlos hasta conseguir aquello que es de su pertenencia. Así, simple y sin demasiadas vueltas se desarrolla esta especie de thriller de ritmo sumamente pausado, que a veces abusa de su lentitud poniendo en peligro la fuerza de conexión para con el espectador.
The Rover peca por su irregularidad al enlazar y desconectar casi continuamente. Entre una escena y otra existen pasajes que, más allá de su buena factura técnica por ciertos encuadres y planos, se estiran innecesariamente en duración. Una película de miradas extensas, de diálogos escasos pero portadora de una banda sonora punzante y turbulenta de una peculiar extrañeza hipnótica.
Se destaca Pearce, barbudo, desprolijo y descuidado en concordancia con su rol y con el resto de los participantes de este relato que se visualiza y sabe amargo, añejo. Robert Pattinson sorprende redondeando una más que aceptable encarnación, acompañando en gran forma a nuestro intérprete central y hasta logrando, en ese territorio incómodo y desaliñado, cierto poder de empatía por la mezcla de inocencia y sinceridad que exterioriza su personaje.
The Rover es una proyección quizás no tan apropiada para el público común. Intermitente y densa, suma puntos cuando nos remitimos a la labor de su reparto y a todo lo que concierna al apartado técnico. Como historia, no aporta nada nuevo, se queda merodeando en ese polvoriento páramo que creó su director.

LO MEJOR: las actuaciones. La banda sonora.
LO PEOR: lenta, vacua, irregular, previsible.
PUNTAJE: 4,5