El aprendiz de brujo

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Herederos de Merlín

Un enfrentamiento milenario entre sucesores del Mago Merlín que extiende sus poderes hasta el año 2000 en plena ciudad de Nueva York. Esta es la nueva propuesta del sello Disney, de los mismos creadores de La leyenda del tesoro perdido, y que mantiene la línea de títulos como Percy Jackson y el ladrón del rayo.

El protagonista, Balthazar Blake (Nicolas Cage) es un maestro de la magia que intenta defender la ciudad de su máximo enemigo, Horvath (Alfred Molina, un buen actor que vimos en El príncipe de Persia y como villano en El hombre araña 2). Para poder lograr su misión, recluta a su protegido, un jovencito universitario (Jay Baruchel), que es un como (y salvando las distancias) un pichón de Harry Potter.

Así como los personajes manejan las energías a diestra y siniestra, el film no siempre da en el blanco. Si bien sorprende por su ritmo y por sus efectos visuales de su generosa producción (de Jerry Bruckheimer, ese sí es un mago), el desenlace con una desconcertada Monica Bellucci prometía mucho más.

Las luchas cuerpo a cuerpo y las sorpresa reinan en la primera parte del film, en el que se suceden secuencias impactantes (la gárgola y el dragón que cobra vida como por arte de magia en el Barrio Chino), pero pierde fuerza al promediar el relato. Son como perlitas dentro de un gran despliegue de pirotecnia.