Dumbo

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Dumbo es la “película más Tim Burton” que Tim Burton ha dirigido desde Big Fish (2003), sacando sus laburos animados (The Corpse Bride, 2005, Frenkenweenie, 2012), claro está.
Aquí se lo ve de nuevo como titiritero de un outsider, de un marginado por sus rasgos y personalidad, en un entorno gótico, lúgubre y un tanto desquiciado. O sea, todo muy “burtoniano”.
Y llama la atención, pero al mismo tiempo tiene todo el sentido del mundo, que sea este clásico de Disney el puente para traer al realizador a lo que mejor sabe hacer.
Me pareció un gran acierto separar la historia bastante de la original. Solo queda el concepto y un par de escenas. El resto es nuevo.
Los animales no hablan, y con eso, se distancia bastante de la cinta estrenada en 1941.
Pero lo que la hace sentir totalmente nueva son los personajes y el gran cast que los componen.
Por un lado, Collin Farrel, que me da la sensación de que cada día labura mejor, no importa lo que haga.
Y por otro, la inmortal dupla Michael Keaton/Danny DeVito, antiguos habitúes de Burton.
Uno es al que la vida le pasó por encima y que se quiere salvar, y el otro es el villano. Están caricaturizados, exagerados, con ojos desorbitantes, y aún así con emoción.
Eva Green, que se roba sus escenas, y excelentes niños actores completan el elenco de primera línea.
Pero es el elefantito quien se roba los corazones del público. Es increíble el trabajo de CGI que lograron. La mirada, la sonrisa, la textura, todo.
La puesta es muy buena. El DF es Ben Davis, veterano de primera línea, quien aquí une fuerzas con Burton por primera vez, y logran unos planos bellísimos.
Y hay un elemento más, y uno fundamental que pega y une todo: la música.
Los clásicos de 1941 son reversionados (junto con material nuevo) por el mejor Danny Elfman en muchos años.
Claro que se roba a sí mismo, pero lo hace de sus mejores laburos. Si cerrás los ojos, podés escuchar parte del score de Edwars Scissorhands (1990).
Dumbo es un disfrute de principio a fin y, por el momento, la mejor adaptación live action de las películas animadas de Disney.