Dos locas en fuga

Crítica de Walter Monzón - Cinergia

Chicas en aprietos

En los últimos años Hollywood vio en el público latino estadounidense un jugoso mercado en pleno crecimiento que no estaba siendo bien aprovechado. Es de esa manera que de la mano del crecimiento de la población hispanoparlante en los Estados Unidos han crecido también las producciones dirigidas a ese potencial nuevo público.
Dos locas en fuga es una muestra de lo que este nuevo ¨movimiento¨ confluye, dando lugar a una dupla que intenta representar a dos mundos opuestos enfrentándose, como lo son la cultura latina y la norteamericana, y como también logran apoyarse mutuamente para derrotar al malhechor de turno.
La historia suena liviana y trillada, y ciertamente lo es, el film basa su comicidad en una suerte de malos gags denigrantes hacía el personaje llevado a cabo por la bellísima Sofía Vergara (Chef, Modern Family) dando a entender su poca capacidad cognitiva por ser linda y de origen latino, pero lo más contradictorio del film es como constantemente refuerza a base de errores, que no quedan debidamente demostrados si son a propósito, que el caso termina siendo totalmente el contrario, dando al personaje de la ¨legalmente rubia¨ Reese Witherspoon una constante vapuleada en el sinsentido que refiere su personalidad y caracterización.
Llama la atención como en esta película se concentran dos fuerzas opuestas para intentar atraer al público latino y norteamericano por igual. Por un lado el innegable contexto del film y la intrusión de actores afines a la cultura; y por otro lado la continua degradación que demuestra hacía los mismos, convirtiendo a la película más en un mal chiste que una comedia que intenta atraer a dos públicos yuxtapuestos.
Si bien ninguna actuación se destaca y Reese Witherspoon deja bastante que desear en su nuevo papel como policía despistada podemos decir que por lo menos Vergara consigue controlar la trama con cierta calidez y profesionalismo, haciendo uso también de su innegable belleza, reforzando su papel desde la mitad de la película en adelante haciendo que la dupla funcione a un nivel momentáneamente aceptable.

Dos locas en fuga es la muestra de cómo no intentar incursionar en un nuevo segmento de público, demostrando que no solo basta con posicionar actores hispanoparlantes en sus elencos para tener una buena acogida, sino que también el respeto mutuo es invaluable para lograr un producto mínimamente aceptable, más cuando este repite una formula argumental tan trillada y vista anteriormente que la hace tan previsible como exasperante.