Doctor Sueño

Crítica de Mariano González - Cinergia

Resplandecer a pesar de todo

La idea de adaptar lo que para mí es una novela netamente transitiva que logra una evolución lógica con respecto a sus personajes no me parecía muy genial y más aún si esa trama toma personajes ya muy arraigados en el imaginario popular como los de la novela “El Resplandor” de Stephen King, que tuvo su adaptación en manos de un cineasta de los más respetados de la historia como lo fue Stanley Kubrick, pero que curiosamente es una de las adaptaciones que menos quiso el autor de su basta baraja de éxitos.

Mike Flanagan allá por 2013 logró atraparnos con ese cuento moderno a lo Hansel & Gretel temporal que fue Oculus; tuvo una más que decente adaptación de El juego de Gerald también de Stephen King (y que pueden encontrar en Netflix); y si de series hablamos, nos regaló esa excelente adaptación del libro de Shirley Jackson, Haunting Of Hill House. Para hablar de Mike Flanagan hay que enmarcarlo en el contexto de que ya entra en ese pequeño grupo de directores que han sabido contar las historias de Stephen King dotándolas de una personalidad intrínseca tal como supieron hacer Frank Darabont o Mike Garris anteriormente. La visión del director respecto a esta obra es de lo más acertada y debo decirles que la adaptación se toma unas cuantas licencias y de manera muy válida para mi gusto.

En Doctor sueño la historia retoma los años posteriores a los hechos fatídicos de la familia Torrance en el hotel Overlook. Danny es un alma atormentada no solo por este poder particular de comunicarse con los muertos sino que él mismo intenta huir de su vida, acallando su voz interior bebiendo sin control y tomando unas muy malas decisiones que lo acompañarán por siempre.

Doctor sueño habla de la redención y la falta de esperanza coqueteando por momentos con el terror pero sin dejar de iluminar a los personajes con esa tridimensionalidad necesaria para conectar con la trama, una muy buena labor de Ewan McGregor dando acertadamente en la interpretación de un hombre perdido buscando la salida sin dejar de entender el camino, y es en ese viaje que Danny conocerá a Abra Stone (Kyliegh Curran), una niña que comparte un poder mayor y que de alguna forma le recordará que es necesario hacerle frente a un mal antiguo y muy latente que se alimenta de la gente que resplandece.

Me quiero detener en los villanos de la película, un grupo de sedientos seres autoproclamados “El Nudo Verdadero”. Tanto en la novela como en la adaptación no vamos a tener claro si son simples criaturas paranormales o una especie de evolución de los vampiros provenientes de Jerusalem´s Lot (de hecho en la novela toman los terrenos de la mansión Barlow y los cimientos del Overlook como sus refugios por ser centro de un poder maligno y se describe que a Rose la chistera le sobresale un único colmillo cuando se alimenta). Estarán casi todos los miembros más importantes del Nudo pero cabe destacar la labor de Rebeca Ferguson como Rose La Chistera. Rose es implacable, es la líder del grupo y por sobre todo la única capaz de rastrear a Abra teniendo en la película uno de los mejores momentos de la película. Una de las cosas en las que había que prestar especial atención era en los momentos de la violencia ya que son puntal en la narrativa, el nudo Verdadero necesita alimentarse de algo que ellos llaman Vapor y lo poseen las personas con el don de Resplandecer, hay una escena con tortura y muerte de un niño que penetra en todos los sentidos tal y cual la describe el maestro del terror literario y que el director supo plasmar muy bien.

Estamos ante una muy buena adaptación de Stephen King, el director toma riesgos en el tercer acto cambiando el desenlace pero créanme que ha quedado muy bien todos los giros en la trama llevan a ese final, los fantasmas del pasado dormidos no tardarán en despertar, Flanagan hace un homenaje sencillo sin caer en la empalagosidad típica de las nuevas remakes o adaptaciones que pululan en Hollywood, para destacar ese latido a modo corazón delator que llega a desesperar en los momentos de más tensión. Doctor sueño no intenta imitar a El resplandor, es como un viaje a la redención de Danny con sus fantasmas y por sobre todo con resplandecer, siempre y a pesar de todo.