Día del atentado

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

Patriotismo extremo

En la era de los atentados, donde casi todas las semanas ocurre un acto terrorista, llegó “Día del atentado”, una propuesta cinematográfica que no se diferencia mucho de lo que se ve en los noticieros televisivos a diario.

El filme se estrena justo cuatro años después del atentado con dos bombas en el maratón de Boston, uno de los ataques más devastadores en Estados Unidos, después del ocurrido el 11 de septiembre de 2001, que dejó tres muertos y más de 200 heridos.

El director Peter Berg lleva adelante un relato fiel a la tragedia que fusiona ficción y realidad, en la que utiliza recursos documentales con imágenes reales de un discurso de Barack Obama o del momento en el que se captura al asesino.

    La historia se sitúa en la previa del maratón donde de repente, todo se tiñe de fuego y sangre por las explosiones de dos bombas caseras puestas por dos jóvenes musulmanes. A partir de esta tragedia, el filme se focaliza en la búsqueda exhaustiva de los asesinos, como una cacería que no hace más que mostrar el odio y la guerra entre oriente y occidente: todas las fuerzas de Estados Unidos contra dos personas con bombas caseras.

    Lo cierto es que, más allá de ser un filme que cae en el excesivo patriotismo y el estereotipo de “todos los musulmanes son asesinos y los americanos buenos”, hay múltiples factores que hacen que sea un filme digno. Primero, el elenco estelar con Mark Wahlberg a la cabeza, Kevin Bacon, J.K Simmons y John Goodman y segundo, la dosis de suspenso que flota durante los 135 minutos es muy lograda y mantiene al espectador rígido en la butaca, aún sabiendo cómo termina la historia.