Chicas armadas y peligrosas

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Reconciliables diferencias

Nuevamente desfila por la pantalla grande una pareja despareja, en este caso de mujeres policías, para dar rienda suelta y potenciar las situaciones de humor que presenta la trama.

La rigurosa y metódica agente especial del FBI, Sarah Ashburn (Sandra Bullock) deberá hacer equipo con la malhumorada policía de Boston Shannon Mullins (Melissa McCarthy) y ambas se verán inmersas en un caso de narcotráfico. Con este esquema, Chicas armadas y peligrosas (The Heat) aprovecha el humor y los recursos de la acción pero le sobran varios minutos.

Sin embargo, el director Paul Feig, el mismo de Damas en guerra, pone el énfasis en los métodos contrastantes que utilizan ambos personajes en una historia que también juega con las apariencias engañosas y las traiciones. La escena del bar, con las protagonistas borrachas, o el desfile de la impresentable familia de Mullins (el hermano corre peligro de muerte) alimentan esta comedia que fue un verdadero éxito de taquilla en los Estados Unidos y anuncia una segunda parte.

Sandra Bullock está tan inexpresiva como siempre mientras que Melissa McCarthy tiene armas para jugar con el humor como lo viene demostrando en Damas en guerra y la reciente Ladrona de identidades.

Estas chicas de "armas tomar" entregan un producto entretenido que no ahorra algún toque lacrimógeno, entre torturas, primeros auxilios y un policía albino para sellar sus "irreconciliables" diferencias.