Chappie

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Un relato entretenido y crudo que invita a la reflexión

En una metrópoli infestada por la delincuencia, "nace" un robot sensible, consciente y esperanzado.

En la cartelera local ingresó Chappie, una película de ciencia ficción, dirigida por Neill Blomkamp, la misma firma de Distrito 9 y Elysium.

Ambientada en Johanesburgo en un futuro cercano y filmada en las afueras de esa ciudad sudafricana, es protagonizada por un elenco multinacional, con Sharlto Copley --alter ego de Chappie--, el indio Dev Patel, el australiano Hugh Jackman, la norteamericana Sigourney Weaver y el mexicano José Pablo Cantilo.

En los roles destacados se encuentran también Yolandi Visser --una bizarra cantante sudafricana, co-vocalista del grupo rap-rave Die Antwoord-- y su compañero de grupo, expareja y padre de sus hijos, Watkin Tudor Jones, alias "Ninja".

La palabra "zef" con que definen su estilo musical aparece impresa en carteles de este filme, del mismo modo que el nombre de la compañía de armas "Tetravaal", involucrada en la trama, refiere al cortometraje de Blomkamp que llevó el mismo nombre, centrado en un robot policía en Johannesburgo con un diseño similar a Chappie.

Integrante de los comandos que redujeron drásticamente la tasa de criminalidad en una ciudad infestada, Chappie iba a desguace cuando su inventor decidió rescatarlo para probar en él un nuevo sistema operativo que lo convierte en una máquina sensible y consciente.

El problema es que Chappie, que abre sus ojos al mundo como lo haría un bebé con un potencial de desarrollo más rápido, es secuestrado por una banda de narcos.

La ambigüedad en la que "crece" este nuevo ser cibernético conduce al espectador a reflexiones profundas acerca del desarrollo de una mente y espíritu inocentes en el contexto de violencia actual. Cruda en el retrato del desamparo pero con una luz de esperanza, es una película adulta y necesaria, bien balanceada entre el drama y la acción. Una perla: Hugh Jackman en un rol diferente a los usuales.