Chappie

Crítica de Ezequiel Coniglio - Cinezalco

Cortocircuito (Short Circuit, 1986) fue uno de los robots más tiernos de mi infancia. Con sus ganas de aprender y su inocencia logró robar varios corazones. Por otra parte, Robocop (1987) fue uno de los símbolos de las películas de acción y ciencia ficción en esa misma época... y que tiene que ver esto con Chappie??? Eso, una linda mezcla de ese robot inocente, con una dosis buena de acción.

Cada niño llega al mundo lleno de promesas y ninguno tiene tantas como Chappie: él goza de grandes dotes, es especial, es un prodigio. Al igual que cualquier niño, Chappie es influenciado por los elementos que lo rodean, algunos buenos, algunos malos, así que él dependerá de su corazón y su espíritu para encontrar su camino en el mundo y convertirse en su propio hombre. Pero algo hace que Chappie sea distinto a cualquier otro: él es un robot. El primer robot con la capacidad de pensar y sentir por sí mismo. Su vida, su historia, cambiarán por siempre la forma en la que el mundo mira a los robots y a los humanos.

Chappie tiene una buena dosis de efectos e, incluso, su propia animación es sumamente orgánica. Además, cuenta con un grupo de actores que llevan correctamente cada uno de sus roles. Hugh Jackman es el malo... un científico frustrado con un proyecto esperando a ser aprobado por la directora (Sigourney Weaver), pero mientras exista el prototipo de Deon Wilson (Dev Patel) nunca verá la luz.

En ese tire y afloje, aparecen los gangsters: Ninja (Watkin Tudor Jones), Yolandi (Yolandi Visser) y Amerika (Jose Pablo Cantillo) un grupo de personajes odiables y queribles a la vez.

La historia es bastante entretenida, con buena tensión y algunas vueltas interesantes. Sin embargo, quedará abierta para una nueva entrega y, esperamos, que no quede en la nada ya que la crítica general no fue muy generosa con Chappie. Nosotros, la bancamos!