Cetáceos

Crítica de Martín Goniondzki - Cinéfilo Serial

Clara (Elisa Carricajo) y Alejandro (Rafael Spregelburd) deciden mudarse juntos. Frente a una tarea tan estresante como mudarse, y víctima de una vida sumida en la rutina, Clara decide aprovechar el viaje de trabajo de su pareja para escapar de la vida cotidiana.

Empujada por el desorden, vive nuevas e imprevistas experiencias postergando sus obligaciones laborales. Alejandro se comunica constantemente para contarle sus éxitos profesionales y aunque Clara simula normalidad, oculta salidas, actividades que inicia (Tai Chi), personas que conoce. Mientras miente, algo se despierta en ella: comienza a advertir que las cosas ya no están en el mismo lugar que antes.

Nos encontramos ante un film que habla del automatismo de la vida moderna, de la falta de apreciación de las cosas naturales y de las crisis (ya sean de pareja, laborales o existenciales) que transitan las personas durante su vida adulta.

Un film conciso y sincero que no pretende ser más de lo que es. Elisa Corrijo demuestra una enorme comodidad para transmitir la sensación de rutina, hartazgo y vacío mientras que su partenaire Spregelburd vuelve a componer a otro de esos personajes fastidiosos y molestos (que tan bien le sientan).

En ciertos tramos, la película puede resultar redundante y carente de acción por parte de la protagonista, pero justamente la finalidad es la fastidiar al espectador y llevarlo a transitar el mismo camino por el que viaja la protagonista.

“Cetáceos” es un film que tiene una apariencia anodina pero que en realidad tiene un objetivo claro y sincero.