Cazafantasmas

Crítica de Jessica Blady - Malditos Nerds - Vorterix

Imagínense por un momento que los Avengers son todas chicas y salen a defender a la ciudad de Nueva York con todo lo que tienen. Así se siente la nueva versión de “Cazafantasmas” (Ghostbusters, 2016), como una aventura de superhéroes patea traseros cargada de acción, mucho más humor todavía y un poquito de terror que le suman los espectros de turno.

Hay muchísima gente preocupada porque Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones vengan a arruinarles la infancia (¿?) o, en su defecto, un clásico en apariencia intocable que puede llegar a ser profanado por estas cuatro geniales artistas de la comedia.

Para empezar, son los propios Dan Aykroyd e Ivan Reitman (director de las películas originales) los que están detrás de la producción de este reboot y, por ende, fueron los primeros en darle el visto bueno a Paul Feig (director y co-guionosta), un tipo que sabe un montón sobre humor y sobre manejar exitosos elencos femeninos. Pueden chequear “Freaks and Geeks”, “Damas en Guerra” (Bridesmaids) o “Spy”, para quedarse más tranquilos. Ahora, si se van a subir a esta ola de odio injustificado, ni se molesten en leer esta reseña y siguen con otras cosas. No es cuestión de hacerles perder el tiempo.

“Cazafantasmas” no intenta ser un homenaje y contar la misma historia protagonizada por mujeres. Sí, obvio que hay muchos puntos en común con la versión de 1984, pero en este nuevo universo nunca existieron ni Venkman, ni Stantz, ni Spengler, ni Zeddmore. Acá tenemos a Erin Gilbert (Wiig), una brillante profesora de la Universidad de Columbia cuya carrera cae en desgracia cuando su pasado –ejem, un libro sobre actividad paranormal que escribió hace años junto a su amiga Abby Yates (McCarthy)- vuelve a salir a la luz manchando su prestigio para siempre. A Erin no le quedan muchas opciones y termina haciendo equipo junto a su camarada y Jillian Holtzmann (McKinnon) para ir a investigar una supuesta aparición fantasmagórica.

Las pasiones de la juventud vuelven a resurgir y, sumado a la curiosidad científica, las chicas deciden hacer de esto su nuevo negocio, aunque nadie las tome muy en serio. Pronto se suma Patty Tolan (Jones), una empleada del metro que odia su trabajo y, a pesar de no tener ningún doctorado, conoce la ciudad y la historia de todos sus edificios como la palma de su mano.

Como cualquier emprendimiento decente, las Cazafantasmas necesitan un secretario que atienda las llamadas, ahí entra el buenudo de Kevin (Chris Hemsworth), la mejor versión de “rubia tonta” que se haya visto en años. Créannos, la faceta cómica del actor musculoso es mucho mejor bienvenida que su postura de superhéroe nórdico.

La actividad sobrenatural se empieza a intensificar a lo largo y ancho de Manhattan y, a pesar de que las autoridades quieren desmentirlo todo públicamente, el caos está a la vuelta de la esquina y sólo estas cuatro heroínas podrán salvar a la ciudad de un cataclismo que viene a acabar con todo. O sea, ¿a quien vamos a llamar?

La química que se genera entre las cuatro protagonistas es sencillamente genial, una seguidilla de humoradas, referencias culturales a montones que no se le pueden escapar a ningún nerd y mucho guiño cariñoso hacia la historia original. “Cazafantasmas” es, ante todo, una comedia de terror y, obviamente, no faltan los buenos sustos, pero también se valora la amistad y el esfuerzo de estas tres “científicas y Patty” que luchan por cumplir sus objetivos.

La historia de fondo es sencilla porque lo que importa es ver como se origina este grupo de cazadoras de espectros, algo así como “Batman Inicia” (Batman Begind, 2005) que nos va mostrando el ensayo y error de nuestro héroe. Hay mucha ciencia de por medio, y muchos artilugios, todo muy práctico y justificado porque ya no estamos en la década del ochenta y la cosa no es tan naive como entonces.

“Cazafantasmas” cumple con todo lo que promete y regala una infinidad de momentos hilarantes. Claro que cada uno tiene su punto de vista y puede no dejarse llevar por este nuevo planteo, o el sólo hecho de que se trata de mujeres queriendo ocupar unos zapatos muy grandes. ¿Si hubiese sido un reboot masculino estaríamos discutiendo estás cuestiones?

Lo cierto es que a McCarthy, Wiig, McKinnon y Jones los zapatos les quedan muy cómodos y ojalá que los caminen por varias aventuras. Feig sabe como balancear el humor y “esos otros momentos” de la trama, valerse de unos buenos efectos especiales, y hacer el mejor uso de la nostalgia sin empalagar, ni quitarle protagonismo a quienes verdaderamente se lo merecen: sus nuevas estrellas cazafantasmas.

Algo nuevo, algo viejo, algo usado, algo ¿verde?… así es “Cazafantasmas”, un nuevo reboot que debe enfrentar mil prejuicios (y hasta se ríe de ellos con mucha clase), pero sale airosa justamente por la sagacidad de sus personajes principales. No deja de ser una historia de origen con una resolución un tanto simplista, pero el balance es muy positivo si uno deja de pensar en géneros y etiquetas, y disfruta esta comedia de terror por lo que es, un gran entretenimiento para las nuevas generaciones y un abrazo cariñoso para los fanáticos más férreos.