Catorce

Crítica de Noelia Giacometto - Cinéfilo Serial

Se dice que quien tiene un amigo, tiene un tesoro. La amistad es quizás la forma más perfecta del amor.

«Catorce» es un film que desembarcó durante 2019 en el Festival Internacional de Cine de Berlín de la mano del crítico y director Dan Sallitt (siendo este el quinto largometraje). Un drama poético de gran agudeza emocional sobre la relación de los vínculos que nos conectan a la vida.

Dos veinteañeras que viven en Nueva York, Mara (Tallie Medel) y Jo (Norma Kuhling), son amigas desde su juventud. En el transcurso de una década, la joven Jo se vuelve cada vez más disfuncional. Su amiga Mara, de carácter más estable, desarrolla su vida mientras contempla el inexorable proceso.

Jo, una trabajadora social, encuentra cada vez más difícil funcionar en el mundo, llegar puntual a sus citas o cumplir compromisos. El simple hecho de comprometerse le resulta complicado porque arrastra una inestabilidad desde su adolescencia que jamás logro resolver. Su aparente personalidad con ansiedad y rasgos depresivos junto a sus adicciones solo ayudaron a deteriorar aún más tanto sus relaciones personales como laborales, lo cual a lo largo del tiempo jamás pudo encontrar un equilibrio. Por otra parte, sus allegados sospechan que puede tener una enfermedad mental no diagnosticada, más allá del consumo de sustancias, tomando eso como la causa aparente de todos sus males. Su amiga Mara, que ha admirado a Jo desde la escuela, trata de ayudarla cuando puede y se aleja si el comportamiento errático de Jo se vuelve demasiado difícil de soportar, en un ciclo interminable. A lo largo de una década, a medida que los trabajos, novios, departamentos van y vienen, el poderoso vínculo entre ellas se estira, pero nunca se rompe por completo.

Una película sobre la depresión, la amistad, los lazos y sus desencadenantes, aunque se tome su tiempo en dejarlo claro. A pesar de todos los ciclos que atraviesa dicha relación, en cuanto a la batalla con el abismo que sufre Jo, Mara jamás le suelta la mano. Mientras tanto, la cinta pone en cuestión tanto las concepciones que los personajes tienen de sí mismos como nuestra percepción sobre su psicología.

En cuanto a los aspectos técnicos, como la iluminación, el tratamiento del color o incluso las sensaciones que deben transmitir, están perfectamente hilvanados para mostrar cada ruptura y cada caída, creando un clima afligido, tenso, apagado, pero con cierta luminosidad. Por momentos hay una leve brusquedad en el ritmo, aunque en otros pasajes lo nivela, concibiendo un buen puente para el relato. Tallie Medel y Norma Kuhling se fusionan de forma correcta en esta cinta llena de honestidad que contempla la ruptura de un lazo, pero jamás la desatadura de su conexión.

En síntesis, «Catorce» es una profunda reflexión sobre la complejidad y la unión en las amistades, lo enredado que puede tornarse el ser humano ante la falta de contención emocional y cómo afecta consecutivamente todas sus relaciones ante la vida, y consigo misma, donde a veces en todo ese proceso de búsqueda jamás logran sobrepasar el abismo de las frustraciones y otros sí logran encaminar sus vidas.

Nota importante: A partir de hoy se podrá ver la película en Puentes de Cine.