Capitana Marvel

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Después de que un superhéroe negro tuviera filme propio (Pantera Negra), Marvel/Disney sigue poniéndose al día en la agenda de la corrección política: en la semana del Día Internacional de la Mujer llega la primera película de los estudios protagonizada por una superheroína, codirigida por una mujer (Anna Boden junto a su marido, Ryan Fleck), escrita por mayoría de mujeres y, lo más importante de todo, con mensaje feminista.

La lección es que Carol Danvers supo sortear todas las barreras que los hombres intentaron imponerle: desde la infancia le dijeron que una mujer no podía cumplir ciertas tareas y, maestra de la resiliencia feminista, después de haberse caído mil veces, ella se levantó para demostrar que era tan o aún más competente que ellos. Y descubrir que, al contrario de lo que le repetían, sus emociones no son su debilidad, sino su fortaleza.

¿Cómo encaja esta enseñanza en el Universo Cinematográfico de Marvel? Sin inconvenientes. Que esta heroína del #MeToo haya venido a patear testículos no impide que su historia se integre con armonía a la franquicia que empezó en 2008 con Iron Man. Situada en los años ’90 (abundan los guiños de época), esta es una precuela de toda la saga. Tiene como coprotagonista a un Nick Fury con sus dos ojos sanos, encarnado por un Samuel L. Jackson rejuvenecido por la magia de los efectos especiales (al igual que Clark Gregg y su agente Coulson).

La presencia de Jackson es clave, tanto en su función de eslabón con los Avengers como en ese toque humorístico y descontracturado necesario para evitar que estas historias caigan en las garras de la solemnidad. Algo que aquí se consigue a tiempo: el tono es equidistante entre la farsa de Thor: Ragnarok y la seriedad de Pantera Negra, por citar dos ejemplos recientes de la factoría Marvel.

De modo que la gracia de Fury -y de una mascota que se agencia en el camino- compensan el tedio que acecha en las peleas coreografiadas y los diálogos explicativos. Parlamentos que abundan, por tratarse de una compleja aventura no lineal, que ubica a los humanos en medio de una guerra entre pueblos extraterrestres.

Brie Larson es una correcta Capitana Marvel, con la estampa indispensable para ser creíble como heroína pero sin perder la humanidad. Aunque un poco más de mugre y menos de peluquería la habrían beneficiado: la batalla contra la dictadura estética tal vez sea la reivindicación feminista que le faltó aplicar.