Cacería macabra

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Derroche de sangre y horror

Cacería macabra llega precedida de varios premios ganados en el Fantastic Fest de Austin, Estados Unidos, pero en su género: el terror en clave de comedia negra muy gore. Aunque la película también puede ser encasillada en el subgénero de la invasión doméstica, que recuerda en más de un aspecto a Fanny games, aquel terrorífico filme del alemán Michael Haneke.
Otro encuadre posible es en el slasher, un subgénero del cine de terror cuya principal característica es la presencia de uno o varios psicópatas que asesinan a sus víctimas con cuchillos, machetes, hachas o sierras eléctricas. En este caso, también usan ballestas.
Mientras el título original alude a quién será la "próxima" víctima, el impuesto en nuestro país no oculta nada. Por el contrario, sugiere la más cruda realidad. Los fanáticos del género estarán de parabienes, en cambio para las almas sensibles será mejor abstenerse de ver un festín tan macabro.
Un matrimonio decide celebrar los treinta y cinco años de casados en la mansión, situada en medio de un bosque, que acaban de adquirir. Y para ello convocan a sus cuatro hijos (una mujer y tres varones) y a sus respectivas parejas. El padre habría hecho negocios con el ministerio de Defensa y la madre padece ciertos trastornos psicológicos.